60. El fin de la Bestia

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60. El fin de la Bestia. Parte I

Estábamos en el hospital. Scott estaba caminando a lo largo del pasillo, Liam estaba sentado en una de las sillas de espera, yo me encontraba de pie a su lado observando a Scott y mi hermano había entrado a la habitación de terapia intensiva. No podíamos estar todos dentro, y Stiles se adelantó, siendo el primero en ingresar. 

En pocos momentos, las cosas habían empeorado. Habíamos salido de la clínica animal motivados, con la esperanza de recuperar a Mason a través de los poderes Banshee de Lydia y los míos en caso de ser necesarios. Sin embargo, en el camino, dentro del Jeep, sentí varias punzadas en mi cuerpo. En mi cuello, específicamente. Alguien estaba dañando a Lydia en esa zona.

Seguí mi instinto hamingja, aquél que gritaba que un protegido estaba herido, que debía ir a ayudarle. Llegamos a la estación de policías, no sé bien qué estaba haciendo Lydia ahí, probablemente siguiendo alguna pista. El lugar estaba desordenado y varias cosas rotas. Sin duda, la Bestia había estado ahí. Scott y Liam con sus sentidos superdesarrollados me lo confirmaron. 

Cuando llegamos, la Bestia ya había desaparecido sin dejar rastro. La ambulancia ya estaba ahí y estaba transportando a Lydia en una de sus camillas. Largas y gruesas gasas se acomodaron en su cuello, pues la herida estaba ahí y había que contener el sangrado. Quise adelantarme y evitar todo esto, ya que podía curarle sin demasiado problema. Scott me detuvo, colocándome una mano en el hombro. Silenciosamente me indicaba que ese no era el momento. Muchos civiles alrededor, no podríamos explicar cómo Lydia se curó por arte de magia.

No quedaba otra que ir al hospital y curarla ahí. Sin embargo, tampoco podía hacerlo de forma tan sencilla. Lydia ingresó como emergencia médica, sus registros indican las heridas de su cuello. Necesitaba que Melissa esté a mi lado, modificando esos registros para evitar confusiones y malentendidos. Antes, otras veces, tal vez no le hubiera prestado tanta atención a eso. Pero la señora McCall tenía un punto, lo mejor era intentar disfrazarlo lo mejor posible. Y me pidió que si curaba a algún paciente dentro del hospital, sea quien sea, que ella estuviera presenta para modificar los registros.

Por lo tanto, mientras esperaba a Melissa, Stiles estaba dentro con Lydia, probablemente asegurándose de que estuviera bien y contándole todo lo descubierto en la clínica animal, como ella era parte de la respuesta para recuperar a Mason.

Mi mirada se distrajo al ver que Scott comenzaba a moverse más rápido, como si su cabeza estuviera pensando algo mientras se movía inconscientemente. Me acerqué a él con lentitud, para que me viera en su rango de visión. Se detuvo al verme. Alcé mis cejas.

—¿Estás bien? —consulté con suavidad, demostrando mi suave preocupación por él. Scott alzó su rostro y entrelazó nuestras miradas. Su gesto, uno de ceño fruncido, pareció aflojarse. Asintió luego de soltar un suspiro.

—Estaba pensando.

—¿Sobre? —insistí con calma, queriendo distraerle y a la vez ayudarle con lo que sea que le estaba poniendo nervioso.

Alzó una de sus manos, se rascó la nuca, despeinando un poco sus cabellos — Un poco de todo, la verdad. Pero más sobre porqué Lydia fue objetivo de la Bestia. —indicó con firmeza. Se giró hacia una de las paredes y dejó que su espalda chocase contra esa. Caminé hacia su lado y copié sus movimientos, dejando mi espalda caer sobre la pared—. Y creo que Sebastien debe saber que es una Banshee, que puede detenerle y salvar a Mason. Pero Deaton nos dijo que Lydia podía hacerlo, pero también... —ladeó su cabeza hacia mí.

Monsters In Disguise [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora