La primera impresión

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Es un nuevo día. Luego de colocar un polvo en una taza Uruguay vierte agua caliente. Da una larga respiración al vapor que emana. Según el comerciante ese polvo le dará energía durante todo el día. Café, así le llamo.

A punto de tomar el líquido escucha un estruendo.

Uruguay- (¿acaso nos están atacando?)

Luego gente correr. Asomándose por la ventana oye los gritos.

Mujer- Niña, baje de ahí.

Uruguay- Mexico.- baja su cabeza. Camina con la taza al jardín. Mira la escena.

Casi en la punta México trata de alcanzar una fruta.

Uruguay- Pero que...

Mujer- Señor dígale algo. Si se cae de ahí seguro se mata.

Mex- Ya casi, ya casi.

Sonríe victoriosa al tomar la fruta con su mano. Pero la rama en la que se apoya no aguanta su peso. Comienza a caer. La chica cierra sus ojos.

Una sombra seguida de una ráfaga de viento pasa a un lado de Uruguay.

Esperando el golpe México mantiene los ojos cerrados. Pero no le duele nada. Abre un ojo.

Brasil- Te atrape.

Mex- ¡Amo Brasil!

Brasil-¿Otra vez? ¿Cuándo me dirás solo Brasil?

Mex- Pero amo...

Brasil- Mejor dime que hacías en el árbol.

Mex- Fue para esto. ¡ta-tan! Es para usted.

Brasil- ¿Para mí? Gracias, hay que probarlo- abre su boca. México acerca el fruto y el chico da una gran mordida.- mm, delicioso.

Mujer- ¡señor, debió de haberlo lavado primero!

Brasil- ¿Hm? Nah, así sabe mejor. Pero México, la próxima vez que quieras hacer algo así pídeme ayuda.

Mex- Es....es que quería hacerle un regalo. Ese es el primer fruto de la temporada. Es el más dulce de todos.

Ante la mirada baja y apenada de la chica el hombre cede.

Brasil- Y lo aprecio. Solo no quiero que te lastimes ahora que estas curada.

Mex- Entiendo amo.

Brasil- Ven, seguro no has desayunado.

Sin bajar a la chica Brasil entra a la casa. Uruguay miro todo aquello atónito. Luego sonríe.

Uruguay- Esta casa se ha vuelto más ruidosa. Y él también. Todo gracias a ella.

Comienza a recordar el primer día de la chica en la casa. Era ya entrada la noche cuando Brasil llego. Llevaba en sus brazos un bulto envuelto en mantas. Con rapidez pidió que preparan una habitación para invitados.

Uruguay- Brasil, ¿Qué...? – ve que entre las sabanas hay un chica. Tiene el rostro golpeado y lleva un collar al cuello.

Brasil- La compre.

Uruguay- Pero...tú no eres de comprar esclavos.

Brasil- Lo sé solo, solo no podía dejarla ahí. Tenía que traerla conmigo.- la acomoda en la cama con delicadeza. Quita algunos mechones de cabello que están en su rostro.

Uruguay- Brasil...

Ambos esperan afuera mientras el medico revisa a la chica. Uruguay se sorprende ante el nerviosismo de Brasil, siendo que siempre esta calmado y alegre. El galeno sale.

Nadie como túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora