El jardin secreto

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Y México corrió. Corrió y corrió hasta que sus pulmones le obligaron a parar para recuperar el aire perdido. Luego de inhalar abre los ojos. Mira a su alrededor.

Mex: Don--¿Dónde estoy? Ah!, olvide que no estábamos en casa. Y ahora estoy perdida y sola. Sola...

Cierra sus puños.

Mex: Y porque me sorprendo. Si yo nací para estar así, sola.

Arranca de su cuello el collar. Ve el dije en forma de flor en su mano. Lo aprieta con fuerza. Prepara su mano para lanzar el objeto. Tiene en dos ocasiones intensiones de lanzarlo. Pero no lo hace. Aprieta con fuerza el dije y lo pone contra su pecho.

Un leve sonido llama su atención. Al ver a la ventana en la pared ella sonríe.

Mex: ¡Amiguito! ¿Dónde te habías metido? Desde que Brasil te llevo en su mano no te había visto. ¿Cómo estás?

La pequeña ave vuela hacia la mano extendida de la tricolor. Parece sonreír al frotarse en uno de los pulgares. Luego el ave la mira directo a los ojos. Extrañada ella le mira. El pajarillo comienza a aletear. Se eleva en el aire. Con un rápido movimiento toma la cadena y sale volado.

Mex: Ey, eso es mío. Vuelve.

México comienza a perseguirlo.

Van entre pasillos y bajan escaleras.

Mex: Por favor amiguito, vuelve.

Al frente ella ve lo que parece ser el final del pasillo. Ve una gran puerta. Pero el ave no se detiene. Se escabulle por una grieta.

Mex: ¡No! Vuelve.

La tricolor empuja la puerta, esta se abre. Ella no puede creer lo que ve.

Dentro hay un gran jardín. Esta tan iluminado que parece que está en el exterior.

Mex: Pero... bajamos, ¿no?

El pajarito se coloca en su hombro y deja caer la cadena en la mano de la chica.

Mex: Pequeño travieso. ¿Dónde estamos?

Todo el lugar es hermoso. Hay plantas y flores por doquier. Una gran cantidad de aves se colocan sobre ella.

Mex: wow, estos, ¿son tu familia? Son hermosos.

La pequeña ave se infla orgulloso.

Mex: Son preciosos. Y sabes que están junto a ti. Que te apoyan y cuidan. Que... que no estas...estas solo...

Un par de lágrimas mojan la palma de la chica. Unos pasos la sorprenden a sus espaldas. Ante ella está un gran hombre.

Hombre: ¿Eh? ¿Quién eres tú? ¿Cómo entraste?

México voltea a verle. Por sus mejillas escurren lágrimas. La imagen hace que todo enojo desaparezca del hombre. Ahora siente una gran preocupación y pena por la chica.

Hombre: Lo siento, no quise asustarte. No llores.

Mex: No... yo solo...debo, debo irme.- trata de limpiarse las lágrimas del rostro.

Hombre: Espera, primero debes calmarte. Anda, dime que sucede.

Con delicadeza la guía hasta una banca de piedra. Las aves aún están a su alrededor.

Mex: Yo...no, no es nada.

Hombre: Para no ser nada te ves bastante triste.

Mex: No importa.

Hombre: mmm. Al menos dime como llegaste aquí.

Mex: Me perdí. No soy de aquí. Vine acompañando a alguien. Hice una rabieta y salí corriendo. ¿Dónde estamos?

Nadie como túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora