El noble que compro a la esclava

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Oscuridad.

La oscuridad y el dolor era todo lo que aquella joven sentía desde hace mucho tiempo. Desde que fue llevada lejos de la seguridad de su casa paterna. Desde los castigos y maltratos se hicieron presentes para "domesticarla". Desde que es ofrecida en el mercado de esclavos como una cosa mas.

En medio de todo ese dolor logra escuchar la voz de su amorosa madre.

"Cuando te sientes perdida alza los ojos y mira las estrellas, ellas te guiaran".

Con las pocas fuerzas que tiene levanta sus ojos. Sabe que es de día, pero quiere verlas, por una ultima vez.

Y en ese momento sus ojos las ven. Las hermosas estrellas.

El chico estaba hastiado. Por consejo de su padre Brasil, un joven noble de rostro verde con rombo amarillo y circulo azul al centro con estrellas. Vestido con una larga túnica con capucha camina por aquel mercado. Hay se ofertaban toda clase de cosas: animales exóticos, joyas raras, personas.

El ver como lastiman a otros y las vendían como simples objetos le repugnaba.

Cuando esta apunto de regresar a su carruaje sintió algo extraño. Sin pensarlo demasiado camina hasta una gran jaula de metal. Sus pies se detienen frente a una pequeña chica agachada en el suelo. Aquel rostro tricolor verde, blanco y rojo con emblema de águila lo mira fijamente.

Y aquellos ojos heterocromáticos lo hipnotizan.

Unos rayos de sol entran por la ventana. Lentamente México abre los ojos. Toma una blusa y unos pantalones de su armario y se cambia. Cepilla su cabello haciendo un chongo. Sale se su habitación después de verificar su vestir. Al cerrar la puerta escucha como la llaman a la distancia.

Brasil- Buenos días Mexico.- saluda con una mano en alto. Ella le mira.

Mex- Buenos días amo Brasil.

Brasil- Buh. No me digas amo.

Mex- Pero eres mi amo, amo.

Brasil- hum, solo dime Brasil. Hora de empezar el día.- la toma de la mano y corriendo van a su cuarto.

El chico le muestra dos prendas para que ella escoja una. Brasil se sienta en el suelo para que México cepille su cabello. Ella da una profunda respiración.

Mex- (Huele a vainilla)

Brasil- ¿Pasa algo?- mira hacia arriba a la chica.

Mex- N...no nada. Voy a preparar el desayuno.

Corre a la cocina.

Brasil- Espera.

México toma una jarra para ponerla al fuego. El chico sujeta el utensilio.

Brasil- No, no. No es necesario que lo hagas. Por eso tenemos cocinera.

Mex- Pero quiero hacerlo. ¿Acaso al amo no le gusta lo que yo hago?- los ojos de cachorro casi causan un paro al corazón del chico.

Brasil- Claro que me gusta lo que haces, solo es que no quiero que te lastimes o te hagas daño. Yo lo hago, ¿si?- toma las manos de la chica y sonríe.

Mex- Pero usted no debe de hacerlo.

Brasil- ¿Y por qué no? Tengo dos manos para eso.

El chico comienza a moverse por el lugar. Bate y corta con maestría. Tras unos minutos tiene todo listo y servido. Lleva los platos a una pequeña mesa.

Brasil-Ahora a comer. Ven aquí.-palmea una de sus piernas.

Mex- Amo, debe de comer en el comedor.

Brasil- Yo quiero comer aquí contigo. Anda ven.

Nadie como túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora