Estuve todo el dìa en la enfermería, a pesar de que todas mis heridas habían sanado, mi padre y Bonnie insistieron en que necesitaba estar bajo revisión para averiguar como había sanado de un momento a otro.
No lograba descansar, el peso del collar de los Mikaelson pesaba en mi bolsillo, como si estuviera reclamando su lugar en mi pecho. Con miedo a que alguien entrara a la habitación lo saque lentamente y comencé a examinarlo, era una cadena de oro con el escudo familiar, se veía gastado, como si hubiera estado en varias generaciones, al pasarlo por mis dedos no pude evitar sentir un cosquilleo, se sentía tan familiar pero tan lejano a la vez ¿Cómo había llegado a mi cuello? ¿Los Mikaelson tuvieron algo que ver con mi repentina sanación? La cabeza comenzó a darme vueltas por tantas preguntas y decidí volver a poner el collar en mi bolsillo e intentar dormir un poco.
A la mañana siguiente mi padre me dejo volver a mi dormitorio, seguían sin encontrar alguna explicación, pero ya no era necesario que siguiera sola en la enfermería. Lizzie me acompaño a mi cama y se recostó conmigo.
-No sabes el miedo que me dio pensar en perderte, por favor no lo vuelvas a hacer Josie- vi como las lagrimas amenzaban con salir de sus ojos y me acerque a ella para abrazarla.
-Te amo Lizzie- fue lo único que pude decir, aun tenía esa sensación extraña que no me dejaba ni siquiera formular palabra alguna.
Nos quedamos recostadas todo el día, teníamos permiso para ausentarnos de clases hasta que se calmara un poco todo. Al atardecer comencé a sentirme frustrada por no hacer nada y salí a caminar por el dormitorio.
Pasaba tocando cada pared, me gustaba la descarga eléctrica que me daba la magia de la escuela, pero al pasar frente a una puerta la descarga fue diferente, se sintió tan provocativa y seductora, como si me estuviera atrayendo a entrar, me detuve un momento frente a la puerta tratando de adivinar a quien le pertenecía la habitación pero para ser sincera, llevaba años sin ver a alguien entrar a ese dormitorio.
Di un pequeño suspiro y gire el picaporte, la habitación definitivamente le pertenecía a alguien, pero no me lograba razonar de quien. Camine al rededor de toda la habitación, había demasiadas piezas de arte, eran hermosas; me deje envolver por el olor que tenía todo, seguí caminando hasta que vi colgada una de mis sudaderas favoritas en una silla.
-¿Que mierda hace esto aquí?- Me acerque a tomarla y detrás de la silla vi mi pijama
-Esto comienza a ser escalofriante, ¿por qué demonios están mis cosas en esta habitación? ¿de quién es?- Busque por todos lados y seguía sacando mis pertenencias.
Me di la vuelta y azote la puerta detrás de mi, ¿quién podía estar tan enferma como para robarse mis cosas?. Lo peor de todo, es que todas ellas tenían el mismo olor que la habitación y sinceramente, eso no me desagradaba, quería dejar que el olor se pegara a mi, me hacía sentir tan segura y hacía que mi corazón diera un vuelco.
Al llegar a mi habitación guarde toda esa ropa en un cajón y ahí deposite el collar, encajaban las cosas juntas, lo cerre con llave y la guarde, algo me decía que sería mejor si eso fuera un secreto para mi, después me encargaría de buscar a la chica de esa habitación.
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Ray of hope
FanfictionFanfic Hosie "Fuiste el único rayo de esperanza que pude ver en medio de toda la oscuridad" la foto la tome de pinterest de @keyyla