La Reunión

El último secreto

Will no puede creer lo que está sucediendo.

Sentado frente a él se encuentran dos copias del mismo hombre. Sujeta la taza de café que Hannibal le ha dado, intentando no cruzar miradas con la tercera persona quién en este momento se encuentra agregando Vodka a su propia bebida.

-Por el tiempo que tardaste en venir debo suponer que no fue fácil encontrarme.

Menciona Hannibal antes de llevar su propia taza a la boca y dar un pequeño trago. Por su parte, aquel hombre de parche observa con duda a Will, sin saber que cosas podrían mencionarse frente a él, pero con un asentamiento de su hermano comienza a hablar, aunque omitiendo muchas partes.

-Tuvimos un contratiempo y la información a investigar era limitada.

El acento americano y rasposo de Duncan resuena en la habitación de manera extraña. Hace mucho que no tienen alguna visita.

Desde que fueron rescatados del acantilado por Chiyo se la han pasado huyendo (cosa que parecía más unas vacaciones) por varios países instalándose unos meses en Cuba, hasta que el clima tropical los obligó a moverse a una zona parecida a Maryland llegando por fin al Norte de México. En todo ese proceso duró poco más de 3 años y poco a poco el tema de los "Esposos Asesinos" se ha ido deteriorando, por lo que están pensando seriamente en volver a su antiguo hogar.

-Markus pudo haber ayudado, si bien recuerdo tiene acceso a diversas herramientas personales de investigacion

Responde Hannibal con un brillo en su mirada al ver la incomodidad que expresa su interlocutor. Duncan toma de su café en silencio hasta terminarlo y ponerse de pie.

-La reunión será en una semana. Recuerda las reglas.

Después de dar un asentamiento a Will como despedida, camina a la puerta sin esperar a que Hannibal lo acompañe y se va.

El silencio que queda es suficiente para que Will sienta florecer el enojo en sus entrañas.

-¿Cómo es que nunca me enteré que tenías un hermano?

Persigue a Hannibal con la mirada mientras el retira la taza que dejó su visitante, hasta sentir que no es suficiente y decide seguirlo para continuar con su escrutinio.

-Nunca preguntaste, Will

Con destreza comienza a lavar las tazas que llevaron, sin importarle ser acribillado con una mirada por la espalda.

-¿Esperas que crea que el FBI no tenía idea de que el famoso Dr. Hannibal Lecter era hermano de un asesino? ¿Sabes cómo eso hubiera afectado a tu historial impecable?

Las manos de Will pasan por su cabello con incredulidad, caminando de un lado a otro como un animal encerrado. No era necesario ver más para saber que aquel hombre que los visitó está entrenado en el uso de armas y ha derramado suficiente sangre para tener una cadena perpetua.

-En promedio, los hermanos solo comparten hasta el 50% de su material genético a excepción de mellizos y gemelos.

Después de secar sus manos se acerca a Will y sosteniendo su hombro lo acompaña a la sala de estar para que tomen asiento.

-Por lo que Hannibal Lecter y Duncan Vizla nunca serán relacionados. ¿Hay algo más que necesite saber Dr. Lecter?

Responde con burla mientras se sienta en el sofá de dos piezas con Hannibal a su lado.

-Encuentro en tu tono cierta molestia, ¿Qué es lo que te enoja, Will?

Pasa lentamente su mano por la mejilla del menor, intentando eliminar o incluso disminuir ese ceño fruncido.

-¿Qué me enoja? Abandoné a mi manada en Baltimore por ti y nisiquiera sé si te conozco totalmente

Ahora es turno de que Hannibal haga una ligera mueca, con un suave suspiro baja sus manos para sujetar las de su compañero trazando una calida caricia con el pulgar

-Las familias, Will, suelen ser la mayoría de veces caóticas, por no decir peligrosas

El cuerpo de Will se tensa bajo el agarre de su compañero, sin saber exactamente como actuar ante sus palabras.

-¿Estás diciendo que no me hablaste de él porque me estás protegiendo? Hannibal, eso es muy tonto incluso para ti.

A pesar del movimiento involuntario de su pareja, Hannibal continúa con sus caricias.

- Quiero decir, que ahora eres parte de mi familia.

Entrelaza sus manos antes de observar a su amado con firmeza. Sus ojos irradian chispas de emoción que su rostro no expresa más allá de las microexpresiones que solo pocas personas logran interpretar.

- Will, es momento de que conozcas a mis hermanos.