¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Day 6 16 de Mayo de 2014 Usando ropa del otro.
(. . .)
— Claramente esa cosa me llegará hasta las rodillas.— Dijo Venezuela mientras se sacaba su suéter, haciendo referencia a la alta estatura de Argentina.
Esté simplemente lo ignoro, tirándole su suéter en la cara con la intención de molestarlo. Venezuela simplemente se lo quito de encima para después tirarle su suéter a Argentina, mientras que rápidamente se ponía dicha prenda ajena.
Al parecer ambos tuvieron la idea de intercambiar la ropa, o más bien los suéteres que generalmente llevan, con la intención de observar que tan diferente es su talla.
— Las mangas son tan exageradamente grandes que ni siquiera puedo sacar las manos. — Dijo entre risas Venezuela mientras se enrollaba la manga del suéter.
— Boludo, ¿cómo le hacés para respirar? El coso este me está ahorcando el cuello, literalmente. — Dijo el argentino mientras se intentaba arreglar la parte del cuello del suéter.
— ¡Cómo sí tuviera la culpa de que seas exageradamente alto! — Contraatacó el rubio, mientras se seguía acomodando el suéter — Y a pesar de eso, me queda bastante bien el suéter, Dios, no importa que me ponga, siempre me queda bien. — Presumió con la intención de molestar al contrario.
— Agh, que sensación tan horrible. — Dijo Argentina mientras se sacaba el suéter ajeno de manera desesperada. — Por si que fuera apretado no bastaba, ¡tenía que tener de esas telas qué pican, la puta madre! ¿No te da calor? — Preguntó mientras doblaba el suéter delicadamente para después dejarlo en una mesita de al lado.
— Bueno, al menos mí diseño es bonito, el tuyo es un simple verde que parece vomitado. — Volvió a contraatacar mientras se sacaba el suéter, dejándole doblado en la misma mesa en la que Argentina dejo su suéter.
— ¿Perdón? ¡El diseño de mi suéter es un obra de arte, algo simple pero caro y lujoso! Algo que alguien pobre como vos que usa suéteres de nerd no entendería. — Respondió Argentina entre risas, mientras agarraba su suéter para después ponérselo, no obstante, sin darse cuenta, recibió un golpe de parte de Venezuela con el suéter.
— De ahora en adelante, ¡me van a caer mal los suéteres por qué me van a recordar a ti! — Dijo Venezuela, fingiendo estar ofendido o molesto mientras se retiraba de la habitación, haciendo que Argentina empezará a reír de cómo algo tan tonto ocasionó su molestia, para después salir también de la habitación con la intención de disculparse con su pareja, aún riéndose.
