Una historia que fue guardada en el estandarte de una santa y en el mundo interno de espadas de un herrero.
Después de los sucesos ocurridos en el fin de Avalon, el pelirrojo ha sido llamado a una guerra a gran escala entre dos facciones.
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"Abuelo no te vayas por favor..."
"Quisiera hacerlo, pero esta es la consecuencia de forjar una espada fae sabes niña..."
"P-pero abuelo...podemos hacer que máster haga un contrato contigo para que puedas —"
"Lo siento mucho niña...yo...ya no puedo poder más, este cuerpo está dañado y mi núcleo está roto ..."—comenzaba a salir sangre de su boca.
"A-abuelo tu...Muramasa idiota..."—decía la joven rubia entre lágrimas mientras abrazaba el cuerpo parado del pelirrojo que comenzaba a desvanecer en partículas de luz doradas.
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"Pequeña mocosa...no llores, nos volveremos a ver"
"A-abuelo...de verdad lo dices?"—preguntó la joven con esperanza en sus ojos llorosos.
"Por supuesto que sí tonta...te veré en Chaldea, por mientras cuídate mucho y protege a máster "
"S-si ...abuelo"—dijo Arturia Caster que seguía llorando.
A Shirou (Muramasa Senji) le pareció tierno ver a la versión de su amada siendo una joven Caster por lo que con su mano acarició suavemente la cabeza.
"Jeh...buena chica...cuídate mucho Arturia"
El pelirrojo comenzó a desvanecerse cerrando sus ojos y sonriendo.
"Te amo Shirou..."
"Yo también te amo Arturia"—dijo en sus pensamientos Shirou feliz al tener un recuerdo de su vida cuando aún estaba en su línea de tiempo.
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