Sirviente del Gobernante

Capítulo 15: Inocencia

El abrir de una puerta hacia el sótano se escuchó y bajaron las escaleras el dúo de master-sirviente. Solo para encontrar a un cuerpo sin vida tirado en el suelo con un rostro irreconocible.

—Ya vamos con esto siete que fueron asesinados por Assassin of Black.

—Sí…

El pelirrojo miró detenidamente el agujero que se hallaba en el pecho del inerte lográndose ver las costillas rotas y la ropa ensangrentada.

—Esto es horrible de ver.

—Fue un mago de la torre más ¿verdad?

—Sí, al parecer este también fue un magus, y al ver su estado ahora… puedo suponer que Jack lo asesinó para obtener energía.

—Pero esto parece aún más peor Shirou.

—Sí Jeanne, aunque hasta ahora nunca vimos a Assassin of Black puedo decir que disfruta del miedo de las personas.

Con un suspiro el pelirrojo se levantó y tapó al cuerpo con una sábana blanca.

…

—¿Y bien? ¿Han logrado encontrar algo?

—Nada más que más muertos con un agujero en el pecho.

—Lo mismo aquí.

Suspiró el arquero ante los mismos resultados sin saber sobre el paradero del asesino.

—Sigamos buscando.

—Sí.

Poco a poco el grupo fue reuniéndose y caminaron por las calles de la ciudad.

—Ahora que lo pienso noté algunos casos sobre algunos de los que fueron asesinados.

—¿Qué es?

Preguntó algo curiosa la rubia que estaba al lado del pelirrojo mientras los dos de atrás escuchaban en silencio la conversación.

—Los muertos que fuimos a ver, tienen signos de haber sido torturados.

—Oh… así que también lo notaste.

—¿Qué quieres decir? —el pelirrojo giró la mirada hacia el dúo detrás.

—También hemos visto en algunas personas que fueron torturados.

—Es curioso…. —el hombre de cabello castaño dirigió su mirada al cielo claro mientras seguía junto al chico al pelirrojo y a la rubia en el camino — sé muy bien que una forma de ganar y recuperar maná es devorando las almas de las personas.

—¿Sin embargo?

—Es bastante raro el hecho de que algunos tengan que ser torturados cómo viste en la mayoría de nuestra búsqueda por pistas.

El grupo entró en una cabaña algo separado de la ciudad, ingresando al lugar bajaron a las escaleras solo para ver otro cadáver atado a una silla con un agujero en el abdomen y en el pecho.

—Supongo que este es el último.

—Sí, al parecer Jack no fue tan amable con este como los otros.

Vieron con pena al cuerpo que se encontraba con las piernas cortadas y separadas, el rostro sin ojos al igual que el rostro manchada de sangre.

—No hay nada más que se encuentre sospechoso en el lugar aparte del mago asesinado.

La rubia revisaba los libros que estaban colocados en la mesa, mientras que el trío de hombres detrás de ella inspeccionaban al cadáver atado en la silla.