quince.

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Las suaves pestañas de Chan acariciando su piel blanca.

la tranquilidad en su rostro.

sus cabellos sin control acariciando suavemente su rostro o caídos en la almohada.

Felix adoraba la idea de despertar junto a Chan y poder ver la tranquilidad que tiene todo el tiempo.

claro.

Chan era un alfa increíblemente tímido, era lindo, suave y prefería estar callado en lugar de gritar por todo el lugar llamando la atención.

Chan era sutil, simple y delicado.

podías estar contándole una historia y este te escucharía con atención y no diría ni una sola palabra si no lo necesita.

era tierno, como un gatito de peluche.

Felix de verdad amaba a Chan.

sus manos suaves, su sonrisa, su olor a café recién hecho y su intelecto.

le encantaba escucharlo hablar por horas de cosas que él realmente no entendía.

¿la fabricación de autos parece importante cuando el alfa más lindo en esta existencia mueve sus labios de forma lenta y pausada?

la respuesta es no.

los rayos del sol que entraban por la ventana empezaron a molestar a Chan quien frunció el ceño.

su mano estaba alrededor de la cintura de Felix aprisionándolo.

—buenos días, Channie.

el omega dejó un besito en su cuello.

el alfa despertó y al ver a Felix sonrió.

—buenos días, Lix. —lo acercó y dejó un beso en sus mejillas. —mi sol.

el omega sonrió y besó su mejilla.

siguieron acurrucados unos minutos más hasta que el alfa escuchó ruidos en la cocina.

sus cachorros estaban despiertos.

Chan se despegó despacio de Felix y besó su frente.

—baja, sol. tenemos que hablar con RaeBin.

el omega hizo un puchero. —no seas muy duro con él. —se levantó y abrazó por detrás la cintura del alfa.

—no seré duro, seré justo. —el alfa lo vio. —ya es la segunda vez que reprueba cálculo, iremos a la escuela para poder hablar con su profesor porque somos sus padres y necesitamos saber que está sucediendo.

el omega asintió y se despegó despacio del alfa para que los dos empezaran a bajar las escaleras.

en la cocina estaba RaeBin comiendo cereal y Daennie en su sillita comiendo trocitos de manzana.

—hola, mi bebé. —Felix se acercó a Daennie quien se emocionó al ver a Felix.

RaeBin vio preocupado a Felix quien solo le sonrió y acaricio su cabello.

—no veas a tu madre, ponme atención. —RaeBin dejó caer su cuchara en el cereal.

—ma...

—hice lo que pude, bebé. —Felix se paró junto a Chan.

—ahora me traiciona mi propia madre. —RaeBin revolvió su cabello.

—un poco sucio que hicieras que tú madre te salvara el trasero, RaeBin. —Chan se dirigió hacia su máquina de café y preparó un café para él. —RaeBin, no entiendo porque estas reprobando solamente cálculo, ya son dos años seguidos.

yellow flowers and coffee cups › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora