.XXIII

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-Cuando le dije a Izzi que iría de vestido rojo. No lo decía en serio.- le dije a Maia cuando me coloco un vestido rojo brillante.

-Mhm. No va con tu tono de piel.- me dijo volviendo al closet y negué.

-Olvídalo, no iré.- le dije arrojandome a la cama -¿Para que? Solo para verlo caminar hacia el altar con alguien a quien no ama. Digo no es que me ame a mi, pero no puedo ser la única que sintió algo. ¿Verdad?- le pregunte levantando mi cabeza y ella se río.

-Amiga mía, necesitas esto. Una vez lo veas decir que si o hacer el ritual raro de los Shadow hunters o algo así, será definitivo. Tu pequeño corazón dolerá un poco pero después seguirás con tu vida.- Solté un gruñido.

-No es que mi vida se vea definida por la decicion marital de alguien. - mire al techo mientras ella seguía sacando ropa. -Quiere casarse con Lydia, perfecto! Espero que sean muy felices. En realidad no me duele ¿sabes? Me molesta por que prefiere hacer lo que sus padres creen mejor para el que lo que el quiere.

-Las desgracias de la vida.- la escuche decir mientras tenía su cabeza metida en la ropa. -Pero esto es bueno, si te ves bien y puede ver que en realidad no te importa. Los dos podrán seguir con sus vidas.

-Si, no es como que el verme ahí vaya a hacer que detenga la boda ¿Cierto?- Ella asintió sacando un vestido de color negro.

(...)

-Maldición, Izzi- Jace dio la vuelta para volver con su parabatai. -¿Sabes que? Ella tiene razón. Debemos hablar.

-Bien. Es mi despedida de soltero, empieza tu.- le respondió Alec con brazos cruzados.

Jace asintió y pensó en sus palabras. -No se como se arruinaron las cosas entre nosotros. Pero se que mi vida ha sido mas dificil sin poder hablar contigo.

Alec suspiro. -La mía también.

-Se que parece que he tomado muchas decisiones dementes.- Alec asintió. -Y se que crees que solo pensaba en mi y en Clary. Que no pensaba en las consecuencias pero se que tu, no solo pensabas en la clave.- Alec formo una mueca sabiendo lo que se aproximaba. -Mackensie, al igual que yo hizo lo que le parecía correcto, Alec. Y se que tu lo sabes, por esto tienes ese conflicto.

Ambos se quedaron en silencio. -No quería lastimarte, Alec. Y se que tu no la querías lastimar.

-Si, nos enredamos en este drama...- Alec hablo y Jace soltó una pequeña risa.

-Si, digo. Te casas mañana.

-Y Clary es tu hermana ¿Que pasa con eso?- Un toque de burla se formo en la sonrisa del mayor. Ambos tomaron asiento en uno de los bancos de la sala.

-La bese. Peor aún, la deseaba. Me estaba enamorando.- Alec soltó un suspiro viéndose reflejado en las palabras de su hermano.

-Si, somos dos. - Jace lo miro con curiosidad. -Tal vez nunca llegue a besarla, pero sin duda quería hacerlo.- Se sincero por fin. -Es una situación confusa. Tienes un plan para tu vida y sabes lo que debes de hacer y cuales son tus responsabilidades. Y piensas: "Si sigo las reglas, todo estará bien".- Jace sabía a que se refería. -Luego viene alguien y te saca del plan. Solo...

-Lo entiendo.- El rubio sabía que ambos compartían el sentimiento de ese amor prohibido por una u otra cosa.

-El punto es que somos Shadowhunters. Las emociones estorban. Y si te sacan del camino, debes concentrarte... y volver a tu camino.

-Aun así tienes que ser fiel a ti mismo.

-Lo soy. Estoy cumpliendo con mi deber.

-A costa de tu felicidad y de la suya.- no necesitaban nombres, sabían de quien hablaban. -No importa, si tu decisión es esa. Te apoyo.

-¿Serias mi Suggenes y me entregarías mañana?- Le pregunto una vez Jace acepto su decisión.

Jace se levanto -Si esto es lo que de verdad quieres. Seria un honor.- ambos se dedicaron una leve sonrisa. -Siempre estaré aquí para ti.

-Yo también.- le aseguro el pelinegro.


-Si no te apresuras, no llegaras a tiempo.- le regaño la licantropa a Mackensie quien tenia su cabeza enterrada en almohadas y cobijas.

La única respuesta fue un gruñido de su parte provocando que rodará los ojos. Tocaron la puerta y la de rizos fue a abrir. -Bien, llegaste. Tu encárgate, yo ya me harte.- fue lo único que dijo antes de salir y dejar a Mackensie sola con el brujo.

-Querida mía, te vez terrible.- le aseguro Magnus entrando al lugar. -Creí que estarías lista para la boda, iniciará en poco tiempo.

-Ni siquiera voy a ir.- Mackensie se levanto.

-¿Que te ocurrió?- le pregunto indignado -¿Que le paso a esa Mackensie feroz que yo eduque?

-Ni siquiera me educarse. - el brujo rodó los ojos para sentarse a su lado. -No me quiere, y si me quiere no lo demostró.

-Se que no me crees, pero se que algún día alguien llegara y entrara a tu corazón, el cual llenaste de espinas desde la última vez. Pero si ese amor está cerca de ti, debes ir y atraparlo. Te lo digo como alguien inmortal, eres muy joven como para darte por vencida en el amor tan fácil. -Mackensie proceso todo esto y sonrió. -Ahora vamos a terminar el trabajo.

(...)

-No se si esto sea una buena idea.- le dije una vez frente al instituto y el me dio un apretón en mis hombros.

-Niña, la boda ya inició. Entra ahora o quédate con el con el corazón herido por siempre.- Suspire y camine hacia la entrada.

-Voy a hacer esto, voy a hacer esto, voy a hacer esto.- me repetía una y otra vez mientras trataba de no colapsar antes de entrar. Mis tacones sonaban contra el suelo y abrí la puerta para entrar a la ceremonia.

Justo cuando entré pude ver como Lydia estaba a punto de marcar la runa en la muñeca de Alec. Todo el mundo me miraba y todo quedó en silencio, mi mirada conecto con la de Alec y traté de mantenerme lo más calmada posible. -¿Qué hace esta loba aquí?- pude escuchar la voz de Maryse.

Podía escuchar susurro por toda la sala pero mis ojos jamás dejaron los de Alec. La madre de Alec se acerco a mi a paso apresurado. -Mackensie, deja esta boda ahora mismo.

-Maryse, esto es entre tu hijo y yo.- No se de donde saqué la valentía para decirle eso pero logré dejarla sin palabras. -Me iré solo si el me lo pide.- Como rezaba para que no me lo pidiera. Quería que por fin sus deseos fueran más fuertes que los de su familia.

Lydia llamo a Alec al igual que Jace. -No puedo respirar.- lo escuche decir, para ser honesta yo tampoco podía, estaba conteniendo el aliento esperando a alguna reacción.

-Lo se. Esta bien.- mis ojos se desviaron a Lydia quien lo miraba de manera comprensiva.

-No puedo hacer esto.-mi respiración se corto al escucharlo. -Creí que estábamos haciendo lo correcto, pero no es así.

-No tienes que explicarlo.- la rubia le dijo segura.

-Lydia, lo siento.- Lydia coloco su mano en su mejilla con una pequeña sonrisa en sus labios.

-Mereces ser feliz.- me dio una mirada fugaz. -Ambos lo merecen. ¿Está bien? Estaré bien.- con esto Alec se giro y quedamos frente a frente. Mi corazón latía tan rápido que podía asegurar que iba a explotar.

Bajo de donde se encontraba anteriormente y comenzó a caminar hacia mi. Maryse trato de detenerlo pero el paso de largo. Al llegar a mi altura me tomo de las mejillas y unió nuestros labios.

Todo paso tan rápido que apenas tuve tiempo de darme cuenta de lo que estaba pasando. Sus manos en mis mejillas y mis brazos subieron hasta rodear su cuello para profundizar el beso.

Al separarnos quedamos frente a frente con las respiraciones aceleradas. -Cada día me sorprendes más, Alec Lightwood.- le dije con una sonrisa pero el parecía en shock.

-Si. ¿Qué acabo de hacer?

𝑨𝑵𝑮𝑬𝑳 𝑶𝑵 𝑭𝑳𝑨𝑴𝑬𝑺 .𝑰 // 𝑨𝑳𝑬𝑪 𝑳𝑰𝑮𝑯𝑻𝑾𝑶𝑶𝑫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora