¿Destino o casualidad? - pedri González

06: platanito

•Pov pedri

Me había despertado antes pero en realidad no me quería levantar, estaba muy a gusto con Amelie abrazada a mi y no quería despertarla, su cara se veía tan angelical cuando estaba durmiendo que me quedaría horas observándola, creo que lo repito a menudo pero tiene una belleza de otro mundo.

Observó su cara, para luego pasar a ver sus brazos que están sobre mi, dejando a la vista sus moretones que se veía que fueron recién hechos ayer, me hacia enojar verla así, estaba  seguro que ayer ella no hizo nada con el bobo ese, se notaba, además porque después no estaba con el? O porque de la nada empezó a tomar tanto y se quería ir de ahí, cree que no me di cuenta de su mirada y las marcas rojas que estaban en sus brazos que ahora se transformaron en moretones.

Anoche le escribí a Pau de que me había llevado su carro y que estaba con amelia para que no se preocupara allison, les pedí que si podían venir a dejarle ropa temprano, no se si habrán entrado cuando estábamos durmiendo o todavía no han llegado, de igual manera pau podía entrar y dejar la ropa ya que tiene llave de mi departamento.

Después de un rato de pensar y observar a la rubia, me decido por levantarme con cuidado de no despertarla. Bajo a prepararme desayuno y efectivamente han venido a dejar la ropa ya qué hay una mochila que no es mía en el sofá.

Me hago un café y le preparo uno a amelia para cuando despierte, hice unos waffles con fruta y encima le eche un poco de manjar, me iba a sentar a comer cuando escucho unos pasos.

—Buenos días rubia, te vez bien con mi ropa puesta

—Buenos días pedri, muy gracioso —se toca la cabeza mientras se sienta en la isla, el dolor de cabeza que debe tener — Gracias por cuidarme ayer, me viste estando en las peores condiciones así que gracias, no debías ayudarme pero de todas formas lo hiciste 

—no hay de que rubia, incluso eres un poco más simpática tomada, hasta me has dicho que mi sonrisa es bonita, el único halago que recibiré por tu parte en toda mi vida

—si, el unico —me tira un plátano mientras se ríe y niega con la cabeza, se está acostumbrando a tirarme fruta

—toma, te hice un café y ahora te preparo los waffles que no sabía a qué hora te ibas a despertar

—tranquilo, no tomo desayuno

—Eso será en tu casa pero ahora estás en la mía y yo mando, así qué hay que desayunar

Voltea los ojos con una sonrisa en su cara pero no dice nada más así que le preparo el waffles y hago exactamente lo mismo que hice con el mío para después pasárselo

—tú hermana te ha traído ropa —apunto la mochila y ella asiente— hay toallas limpias en el baño por si te quieres bañar

—vale, gracias, está muy rico el desayuno —se quedó en silencio un rato para después decir — ¿ayer dije muchas estupideces?

—Mmmm no tantas, me llamaste platanito todo el rato, dijiste que mi sonrisa era linda, que te gustaría casarte y tener hijos entre otras cosas

—pudo haber sido peor ¿a ti te gustaría tener hijos?

—Ahora? No, pero más adelante tal vez si, creo que es algo bastante bonito aunque eso si muy importante, me gustaría que sea con alguien que de verdad ame