¿Destino o casualidad? - pedri González

50: muerto en vida

Pov pedri

Mis ojos no podían más, estaba cansado, llevábamos esperando horas con Pau sentados en la sala de espera, allison se había ido junto con ferran para poder descansar, no se podía quedar en la clínica y menos si estaba embarazada con todas estas emociones que estábamos teniendo.

Mientras que Luis se había quedado con sira, solamente dejaban de entrar de a uno, así que todavía no podía entrar a verla, de Amelia no recibíamos noticias desde que nos dijeron que no sabía si saldría viva de la operación.

Mis papás habían llegado para saber lo que había pasado, se quedaron un rato conmigo pero después les dije que se fueran para que pudieran descansar, estaban preocupados, así que me dijeron que les avisara si llegaba a pasar algo.

Me paro de la silla al ver a Luis, se veía mejor que antes, ya no con tanta preocupación, por lo que supe por ferran, a sira no le afectó tanto el accidente como a Amelia.

—cómo está? —pregunta Pau a mi lado

—mejor, quiere hablar contigo pedri —yo asiento recibiendo el pase de visita que tenía Luis— no hay noticias de Amelia?

—nada aún —el me mira dándome un apretón en el hombro, tratando de darme fuerza

Sinceramente, lo único que me podría dar fuerza ahora sería un abrazo de Amelia y ella no me lo puede dar.

Abro la puerta despacio, encontrándome a sira media sentada en la camilla con los ojos llorosos.

—lo siento pedri, lo siento tanto de verdad, yo debí de...—yo me acerco a ella dándole un abrazo con cuidado de no hacerle daño

—no es tu culpa sira, me alegro que estes bien

—es mi culpa pedri, debí de avisarle que venía la camioneta

—como sucedió? —le preguntó mirándola a los ojos

Ella suspira antes de comenzar a relatarme como pasó el accidente, que me lo contara no hace más que me preocupé aún más, por eso sira está mejor, ella iba dentro del auto, no estaba afuera.

Sira me seguia pidiendo perdón, pero en verdad no era su culpa, ella no podía controlar lo que había pasado, después de un largo silencio ella me pregunta.

—¿cómo estás tú? no he preguntado cómo te sientes tú

Yo suspiro antes de replantarme la pregunta en la cabeza ¿como estoy? hecho mierda, físicamente y psicológicamente, debía de tener unas ojeras tremendas y la nariz roja de tanto llorar, iba a servir de algo llorar? pues no, no podía cambiar lo que había pasado, lo único que quería es que Amelia estuviera bien, que me dejasen verla, estar con ella.

Pensar que hace 4 días todo estaba bien, que la tenía entre mis brazos sana y salva, no en una operación tratando de luchar con su vida, daría lo que fuera para que yo haya sido el que tuviera el accidente, no ella, no se lo merece.

Pensar en lo que me dijo allison, de que no se sabe si saldrá viva, me pone los pelos de punta, no quiero pensar en eso, no me imagino una vida sin amelia, sin estar con ella, sin darme vuelta y que ella no esté en ningún lado.

Lo único que quería era volver a ver su sonrisa y sus hermosos ojos celestes, nos faltaba mucho por vivir aún.

—Pedri? —me pregunta sira al verme callado por un buen rato

—no me quiero imaginar una vida sin ella sira, no puedo

—y no la tendrás pedri, ella se pondrá bien, la conozco, ella es más fuerte que todas las personas que he conocido