¿Destino o casualidad? - pedri González

57: es que yo te quiero a ti

•Pov pedri

Me levanto apresurado al escuchar como Amelia gritaba desde su habitación, al entrar me encuentro con ella en la orilla de su cama mientras decía "no me toques", me acerco con cuidado hacia ella pero me empuja.

—No te me acerques marco! no quiero que me hagas daño, no quiero que me toques más, ya te dije que no, porque no lo entiendes!?

Me grita al ver que me acerco a ella y trato de tocarle el hombro, piensa que soy marco?

—Soy yo Amelia, soy pedri, no soy marco

—no quiero que me toque, no quiero, no quiero, haz que pare porfavor haz que pare

Me rompía ver como lloraba, el dolor en su voz era tan notable que me daba escalofríos y me erizaba toda la piel, con cuidado de que no me empuje de nuevo me acerco al lado de ella y apoyo su cabeza en mi pecho acariciandole la cabeza.

—haz que pare, haz que pare —me sigue repitiendo entre sollozos— no quiero que me haga daño

—nadie te hará daño si yo estoy aquí, te lo prometo

—haz que pare —me seguía repitiendo mientras todo su cuerpo temblaba— no puedo respirar —dice Amelia ahogada

Yo la ayudo a estabilizar su respiración, respirando con ella y contando lentamente hasta 10.

—concéntrate en tu respiración, mantente en el presente —le digo repitiéndole varias veces de manera calmada hasta que ella deja de temblar para después acostarse en mi pecho

Trato de que se quede dormida en mis brazos repitiéndole repetidas veces que yo estaba aquí y que no le pasaría nada, después de un largo rato lo logro.

—ella no está bien —me dice allison desde la puerta mirándonos a ambos, la debió de haber despertado los gritos

—lo sé, no la dejaré por nada —le digo a allison acostando a Amelia de nuevo en su cama— yo me quedo con ella, ve a dormir

Allison asiente antes de irse, yo no pude seguir durmiendo hasta que amaneció y Amelia despertó. Ssabía que ella no estaba bien y creo que iba más allá de lo que le había pasado en el accidente, porque entendía que podía tener confusiones o problemas de memoria de vez en cuando pero ya que tenga pesadillas y crea que de verdad está pasando no sé si tendrá que ver con eso.

—te quedaste —me dice Amelia en un susurro y yo asiento dejándole un beso en la cabeza — perdón perdón —me dice repetidas veces y yo niego, no debe porque pedirme perdón

—para que pides perdón? yo te prometí que siempre iba a estar contigo

Ella se queda en silencio, se que algo le preocupa, lo noto en cómo habla y sus ojos, que se ven dudosos y cansados. Nos levantamos de la cama para ir a hacer desayuno, encontrándonos con el papá de Amelia al salir de la habitación, quien me mira mal.

—hay explicación de porqué se quedó
papá —habla primero Amelia— tuve pesadillas y él se quedó a cuidarme, cuando estoy con él no las tengo

—vale, fueron muy terribles? —le pregunta su papá cambiando su cara de enojado a una de preocupado mientras le acariciaba la mejilla

Ella era su debilidad, era su princesa y ahora se había convertido en mi reina.

—nada de que preocuparse, estoy bien —Amelia le sonríe a su papá y el asiente dudos antes de darle un abrazo