Capítulo 9

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Cuando Kate volvió pasamos un buen momento juntas, por el trabajo no lo habíamos hace mucho tiempo. Con Kate nos conocimos el primer año de primaria y desde ahí que no nos soltamos, hemos pasado tantas cosas juntas que es la hermana que nunca tuve. Tengo hermanos todos hombres por lo que Kate era la única que me entendía, mi madre murió cuando me dio a luz por lo que no tengo recuerdos de ella, mi padre se fue a vivir a Europa con mis dos hermanos, Dave y Lay.
Ahora estoy muy lejos de ellos, los extraño obviamente pero aquí es donde quiero estar.
Pasaron las horas y recibí una llamada, era Yesung. Me alejé de Kate y me fui hasta la terraza.
Hola —sonreí.
¿Cómo estás?
Bien, bien, ¿y tú?
Bien también.
¿A qué se debe tu llamada?
Para decirte que tengo el día libre y que lo primero que pensé fue en ti, ¿qué dices?
Sonreí, Yesung siempre sacaba lo mejor de mí.
¿Dónde y a qué hora?

Me vestí con unos jean's claros ajustados, una blusa con tirantes blanca, unos botines con tacón alto, un bolso negro y adentro un sweater. Solo me puse mascaras de pestañas y un labial rosa que casi ni se notaba.
Me dio la dirección de un parque, eran las tres con cincuenta y tres minutos y a las cuatro tenía que estar ahí. Cuando llegué lo vi apoyado en la pared vistiendo una camisa un poco ajustada color azul zafiro, unos vaqueros ajustados y una chaqueta de cuero en mano.
Al verme sonrió al instante.
—Hola —dije cuando nuestras mejillas se rozaron.
—Te ves hermosa —dijo con una sonrisa.
—Gracias, te ves guapo —me reí avergonzada.
—¿Te estas burlando de mi? —dijo fingiendo estar ofendido.
—Claro que no, te digo la verdad.
Se rió.
—Bien, eso espero.
Caminamos por el parque lentamente hablando de varias cosas, Yesung cada vez que escuchábamos sonidos pegajosos se ponía a bailar raramente y eso me hacia reír demasiado. Tomamos helado, nos sentamos en las bancas y hasta me dio vuelo en un columpio, me sentí como una adolescente.
Cuando nos dio hambre fuimos a un restaurante de comida rápida, nos sentamos y cuando estábamos comiendo escucho una voz bastante familiar.
—¡Hola chicos! —la voz de Kate, se sienta a mi lado y por el otro lado de Yesung se sienta Donghae quedando al frente mio, me mira con una sonrisa encantadora haciendo que me ruborice.
—¿Qué hacen por aquí? —pregunta Yesung.
—Lo mismo que ustedes —responde Kate—, teníamos hambre.
Nos reímos todos.
—Sí, teníamos antojo de algo rico —dice Donghae mirándome poniéndome algo nerviosa, en eso siento como me tocan la pantorrilla haciendo pegar un pequeño salto.
—¿Qué pasa? —la voz de Yesung.
—No es nada, sólo...me dieron escalofríos —digo nerviosa. Donghae, quien estaba segura que era él, subió su pierna hasta llegar a mi muslo dando justo en un de mis puntos débiles, mordi mi labio con fuerza para no hacer ningún sonido delatador.
Miré a Donghae algo enojada para pedirle con la mirada que parara con esto, pero no hizo caso y siguió acariciando mi muslo.
Luego de un rato nos fuimos los cuatro juntos fuera del restaurante, caminábamos por las calles sin rumbo, estaba lo bastante cansada y mi estómago dolía por la comida.
—Lastima —me susurro Yesung.
—¿Qué cosa?
—Que nos encontráramos con ellos —se ríe.
—Si —me rio con él—. No podemos hacer nada.
—Sí podemos —dijo después de unos segundos—. Vamos a mi departamento —propuso.
—¿Para qué?
—No pienses mal —dice de inmediato—. Es para librarnos de estos dos.
—Claro —sonrío.
—Eh, chicos -los dos voltean—. Con ___ vamos a ir a mi departamento...
—¿A qué? —pregunta de inmediato Donghae, por su mirada podría decir que no tomó muy bien la idea de ir al departamento, pero ya es tiempo de mostrarle que no sólo él tiene a alguien más.

Agridulce - Donghae y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora