Arrepentimiento

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—Harry, mañana tendrás que salir a dar un paseo con Jack. Van a ir a un centro comercial a comprar cosas para tu bebé.— me llamó Jeff por teléfono.

—Jeff, necesito estar en reposo. No puedo salir.— dije con mi mano detrás de mi nuca.

—Ya puedes salir de la cama, el doctor te recomendó caminar.

—En la tranquilidad de mi casa, no salir a dar paseos de publicidad, Jeff.— dije en tono molesto.

Escuché cómo resoplaba desde el otro lado de la línea. Ya lo tenía cansado, al igual que lo estaba yo de él.

Además... yo no quería eso. No me gustaba la idea de comprar la ropa de mi bebé con alguien que no sea Louis, mi mamá o mi suegra. Nadie más, y hacerlo con Jack no era una opción.

—Entonces cuando termine tu reposo y vuelvas a tu tour, necesito que salgas lo más posible con Jack, él también irá a tus shows a verte. Tendrás que pensar en cómo hacerle saber a los demás que lo amas tanto como para estar de acuerdo con tener un hijo con él. No está a discusión.

Y antes de que yo dijera algo más, colgó.

Y por primera vez, aunque me dijera qué hacer y algunas cosas que no me parecían... me sentí bien por la forma en que me negué a uno de sus jodidos planes para ganar más dinero. Lo hice, al fin. Y no fue tan difícil.

—Ese hombre feo ya no va a molestarnos tanto, arrocito. ¿Cómo te sientes allá dentro después de escuchar su fea voz?— mi bebé se movió un poco. —Tomaré eso como que estás un poco molesto, pero bien porque ya se acabó.

Acaricié mi pancita mientras caminaba por la casa, como el doctor me lo recomendó. Esperaba la llamada de Louis porque me dijo que me tenía una sorpresa, pero no recibía nada hasta el momento.

Fui a la biblioteca, quería ir por un libro de los que hace poco compré para leérselos a mi bebé estando dentro de mí, o fuera. Sólo sabía que quería leérselo y este era uno de esos momentos.

Fui de prisa a la puerta, al librero donde Louis y yo comenzábamos a guardar todos esos libros que le comprábamos a bebé. Escogí uno de entre todos ellos, para después salir de la biblioteca y subir hasta la habitación que igual comenzaba a decorar al lado de mi esposo.

La puerta blanca y en su interior paredes beige con círculos de color blanco. Una cuna pegada a la pared, al lado una nube de madera que brillaba por la parte trasera. Cuadros con fotos de algunos de mis ultrasonidos. Queríamos ponerlos todos, después cuando creciera los quitaríamos y los guardaríamos para nosotros.

El clóset estaba vacío, aún no comprábamos la ropa para nuestro bebé, pero al menos había una silla muy cómoda al lado de la ventana, donde nos sentaríamos para leerle sus cuentos. Fui ahí y empecé a leer mientras hacía movimientos circulares en mi vientre con mi mano.

Cuando me enteré de mi embarazo, al principio no pensé que fuera a ser así de lindo. Pensaba que estaría lleno de estrés y sin poder disfrutarlo el tiempo que debía, sin poder hacer este tipo de cosas con mi bebé, pero así era y amaba esto.

Estaba tan adentrado en el cuento y en contarlo de la mejor forma para mi bebé que di un brinco cuando escuché la voz de mi esposo.

—¿Leyéndole a nuestro arrocito, sol?— preguntó con una sonrisa en sus labios.

Tenía su maleta a un lado de sus pies, y una sudadera puesta. Un poco cansado, lo podía ver en sus ojos.

Eso no quitaba que no esperaba verlo en casa hoy.

—Pensaba que estarías en una entrevista.— mencioné cerrando el libro.

Louis caminó hacia mí, mirando con amor la habitación de nuestro bebé.

Baby On Tour [L.S] [M.Preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora