(Historia ambientada en la actualidad)
Brian:
Dicen que la Luna suele inspirar a cualquiera a hacer un poema, una frase o una cancion de amor.
Pero a mi aquel astro que enamora, no me inspiro tanto como el lo hizo, sus rubios cabellos como los girasoles, me hacen perder la razón con solo ver el brillo que destella de el, sus ojos tan azules y tan profundos, le ganan al mar. Y su piel palida es tan perfecta como las estrellas en el cielo.
Afrodita lo envidiaria, la modelo más perfecta seria derrotada en una pasarela y la perfección lo elogiaría .
Aveces me pregunto como pudo averme aceptado, suelo sentirme tan poca cosa cuando salgo con el, pero afortunado tambien por tenerlo a mi lado.
Mi corazón papitaba tan fuerte en ese momento, sentia que se saldria de mi pecho en cualquier momento. La piel se me hizo chinita y mis ojos se derretian.
El día habia llegado, Fredd y John me daban animos y se escondieron entre los arbustos de aquel bosque.
Roger apareció por el camino lleno de flores alumbrado con los rayos del aun temprano atardecer.
Me vio y yo lo vi, sonreímos mutuamente. Se acercó con cuidado, vestía de blanco, su ropa era algo holgada. Su belleza seguía resaltando.
Lo tomé de la mano y le di un tierno beso.
Pude agradecer mentalmente que John hiciera coronas de flores, pues, la verdad no sabía cómo hacerlas. Delicadamente puse una de las coronitas en su cabeza y se la acomode.
Narración normal :
-Luces igual de precioso como el día en el que te conocí- Acarició la mejilla del rubio.
-Pues tus rulos siguen igual de bellos... ¿Y para que me trajiste hasta aquí amor? -Pregunto.
-Pues, como es nuestro aniversario, ya son 5 años y sinceramente no creí que llegaríamos tal lejos - Roger lo vio con curiosidad.
-Por qué no? - Dijo.
-Pues porque solías enojarte mucho aveces, y porque yo tambien me ponía en ese plan, lo bueno es que ninguna de nuestras discusiones llegaron lejos- Comenzaron a caminar.
-Bueno, tienes razón, por eso te amo, porque sabes afrontar muchas cosas-Sonrieron.
Ambos llegaron a un pequeño picnic junto a un lindo lago.
-Brimi... Enserio no debías -Dijo emocionado.
-Todo es para ti amor- Lo tomó de la mano y se sentaron en la pequeña manta que estaba en el suave pasto.
Pará el aperitivo sólo habían cosas dulces, como pastelitos, dos pequeños cheesecakes de fresa, unos caramelos de limón y no podía faltar el vino dulce.
-Bueno querido... bon appétit! - Dijo Brian en señal de que ta podían comer.
-Bon appétit! - Comenzaron a comer los postres sólo hasta donde pudieron.
