🍁Embarazado ¿yo? Treasure.🍁

17

La convivencia con los bebés era maravilloso y sí, aunque habían noches sin dormir debido a su llanto los padres no podían estar más felices, habían decidido por ahora a seguir viviendo juntos mientras tomaban una decisión sobre que rumbo tomaría su vida de ahora en adelante, todos tenían planes distintos y eso se sabía, por ello querían pensar muy bien las cosas, por otra parte, Jeongwoo y Asahi iban aprendiendo como atender a los bebés para estar algo preparados cuando la hora de tenerlos en sus brazos llegara, estaban nerviosos pero sabían que todo estaría bien, quien no la estaba pasando muy bien era Junkyu y su constante miedo de que el destino le hiciera una mala jugada y el padre de su bebé fuera Haruto, no quería ser paranoico pero algo en su corazón le decía que así era, pero, solo le quedaba esperar.

- ¿Estás seguro que quieres ir? Es peligroso, esta es tu semana de posible parto.
- ya lo sé pero quiero ver a los bebés, sirve que aprendo un poco más sobre ellos.
- bien, tu padre te irá a dejar pero cualquier cosa nos avisas.
- si mamá está bien.- Junkyu subió emocionado al auto, tenía muchas ganas de visitar a los bebés y ver a sus amigos, estar solo en casa le aburría un poco.

- ¿Hola?.- preguntó Junkyu a la nada, la casa parecía totalmente vacía, había tocado el timbre pero después de un rato decidió abrir, se sabía la contraseña.- creo que no hay nadie.- siguió hablando solo.
Se acomodó en el sofá y encendió la TV, esperaría a que alguien llegara.

- no te muevas mucho bebé.- hablaba hacia su estómago.- si ya se que tienes hambre pero no aún no podemos comer.
- ¿Con quién hablas?.- una voz grave preguntó.
- con nadie.- respondió incómodo, era la última persona a la que deseaba ver.
- si buscas a los chicos fueron a su cita médica, los otros están con cosas de la universidad.
- bien, los esperaré en mi antigua habitación si no te molesta.- dijo Junkyu decidido a levantarse del sofá.
- Junkyu, no es necesario ya se que no quieres verme, yo regresaré por dónde vine.- dijo Haruto, a Junkyu no le quedó de otra más que quedarse, además le daba flojera pararse y el bebé se seguía moviendo mucho.
- tranquilo bebé no te alteres, el señor malvado se fue.- dijo en un susurro.
Se quedó un rato más pero le empezaba a doler mucho que el bebé se moviera, el parto no podría ser, estaban en día Lunes y la probabilidad era que naciera a partir del miércoles o al menos eso le habían dicho los médicos.

Esperó un rato más pero los chicos no llegaban, decidido tomó su teléfono pero al tener un poco de grasa debido a la comida se le resbaló y cayó al suelo, no podía siquiera agacharse a recogerlo, no quería pero no quedaba de otra el dolor a este punto era ya insoportable así que le gritó a la única persona que estaba en esa casa.

- ¡Haruto! ¡Haruto! ¡Haruto!.
- ¿Que sucede? ¿Porque gritas?.
- el bebé.
- ¿El bebé?.
- idiota creo que el bebé va a nacer.
- ¿Estás seguro? ¿No veo el líquido bla....- algo entre las piernas de Junkyu comenzó a salir.
- ahí está, ¿Lo ves?.
- ¿Que hago?.
- ¡no se, llama a alguien!.
- ok.
- no ¡Auch!.- dijo Junkyu quejándose del dolor.- mejor llévame al hospital ya, ya no aguanto más, creo que me desmayaré.
- ¡si te desmayas lo haré también así que no lo hagas!.
- entonces apurale.
- bien, voy por las llaves no te muevas.
- no es como si pudiera idiota.

Haruto ignoró como fue llamado, corrió a ponerse algo decente y a tomar las llaves, estaba nervioso y solo, llamaría a los demás cuando tenga a Junkyu dentro del auto.
Regresó a dónde estaba Kyu y como pudo lo llevo al auto dejándolo en la parte de atrás.