Todo se trata de balance - Acto 1

Prólogo

Extracto de "El manifiesto Theos", libro "Génesis":

Hace más de trescientos años aparecieron los primeros vestigios de la división del mundo. La humanidad se había polarizado en dos ideologías simples, pero complejas: el bien y el mal.

Pronto surgirían los primeros conflictos. El Santo Ejército, las fuerzas armadas del bien, atacarían una de las ciudades más pobladas en ese entonces, lo que antes era conocido como "Melbourne". Esta acción desencadenó una masiva guerra entre las naciones partidarias del bien y las naciones partidarias del mal. Y pese a que los simpatizantes del "bien" representaban un gran porcentaje de la población total en ese entonces; las fuerzas del mal fueron rivales increíblemente duros.

El Santo Ejército fue liderado por el Eterno General: Zeus Theos. Él era un estratega magistral, alguien que estaba dispuesto a dejar sangre, sudor y lágrimas para lograr la victoria.

La gran batalla tuvo lugar en lo que hoy es conocido como "La frontera de los generales", aquella que divide las tierras guiadas por el bien, y aquellas que cayeron rendidas ante el mal.

El enfrentamiento fue increíblemente extenso. El Santo Ejército hizo todo lo posible para poder ganar esa batalla, pero nadie imaginó que las fuerzas del mal tendrían bajo su poder un arma capaz de exterminar a la humanidad entera. El Santo Ejército, pese a estar intimidado, luchó como si no hubiese un mañana.

Las fuerzas del mal, en un intento desesperado de acabar la batalla, detonaron el arma el día diecisiete de Mayo del año 2027.

La humanidad estuvo al borde de la extinción. Ambos ejércitos fueron diezmados, y también lo fue la población mundial. Hubo pocos supervivientes, cerca de cien mil personas. Entre ellos se encontraba el Eterno General, Zeus Theos, junto a sus ocho concubinas, y una parte del Santo Ejército. Mientras que, en el otro bando, sobrevivió el Infame Comandante de las fuerzas del mal, Khaos Daimon.

El Eterno General, Zeus Theos, fue el encargado de reconstruir la tierra. Junto a sus ocho concubinas engendró múltiples hijos, siendo sus descendientes la élite de hoy en día. Usando a ocho de sus hijos como base, creó las Ocho Ramificaciones de la familia Theos. Siendo la primera ramificación, la encargada de guiar al Santo Ejército de las próximas generaciones, y velar por la seguridad del Primer Distrito. Mientras que las otras ramificaciones, serían las encargadas de resguardar los siete distritos restantes, habitados por los simpatizantes del "bien".

Zeus tomó como referencia el lugar donde se libró la gran batalla, y todos los territorios al oeste fueron reclamados por el bien. El planeta fue rebautizado como Neo Terra.
Sobre los escombros de una ciudad que en antaño era conocida como Berlín, fundó la ciudad de Zeusgrad, capital de la Nación de la Luz.

Extracto de "El manifiesto Theos", libro "Los cuatro hombres":

Siete décadas después de la fundación de Zeusgrad, cuatro hombres aparecieron. Estos hombres no entregaron mucha información acerca de ellos mismos, y el poco conocimiento que se tiene acerca de ellos, recae en sus seudónimos y en su magistral labor.

Freim, perteneciente a la Segunda Ramificación. Weyb, perteneciente a la Tercera Ramificación. Glacier, perteneciente a la Quinta Ramificación. Por último, Bort, perteneciente a la Séptima Ramificación.

Aquellos hombres descendientes de Zeus, guiándose por sus conocimientos innatos, documentos antiguos, y una sed insaciable de traer de vuelta lo que en antaño prosperó; fueron capaces de restaurar la tecnología que alguna vez la humanidad creó antes de ser exterminada por el arma.

Estos cuatro hombres designaron a un aprendiz perteneciente a la Cuarta Ramificación. Aquel aprendiz tomó el apodo de Doow. Gracias a los conocimientos de Doow, sus mentores desarrollaron un gran liderazgo, y un extenso conocimiento político.

Los apellidos Seconda, Terza, Quarta, Quinta, y Settima; desaparecieron, para dar lugar a los actuales Freim, Weyb, Doow, Glacier, y Bort. Tras un referéndum, el Presidente del Consejo Supremo, Zerjhan Cibet, designó a estos hombres en las correspondientes líneas de sucesión.

Extracto de "El manifiesto Theos", libro "El profeta del mal":

Algún tiempo después de que se viviera un episodio macabro en la Nación de la Luz, la que entonces gobernaba el Octavo Distrito, Eirene Theos, emprendió un viaje hacia las tierras del mal.

El objetivo era poder traer la paz al mundo, eliminando las aún existentes escaramuzas entre ambas naciones.

Cuando Eirene llegó a las tierras del mal, se reunió con el Infame Comandante de las fuerzas del mal, Érebo Daimon, para poder hablar sobre el tema.

Después de una semana, Eirene regresó a la recientemente fundada Zizburg. Junto a los Jefes de Distrito, difundió la noticia de la llegada de la paz, después de más de un siglo de conflictos.

Pero el que sería el Divino General de ese entonces, Ziz Svet, propuso una teoría que a día de hoy se considera acertada. Cuando Eirene viajó a las tierras del mal, Érebo Daimon la maldijo, para propagar la malicia en las tierras del bien, y para destruir desde raíz a la familia Theos y sus Ocho Ramificaciones.

La maldición se manifestará en forma de una persona, llamada: "El profeta del mal" "El profeta del mal" llegará bajo la apariencia del Infame Comandante, Khaos Daimon, y guiará a las fuerzas del mal para dar comienzo al Apocalipsis.

Extracto de "El manifiesto Theos", libro "Apocalipsis":

El fin del mundo llegará cuando "El profeta del mal" nazca. Este individuo desarrollará una réplica del arma usada por Khaos.

El Santo Ejército será incapaz de hacerle frente a esta amenaza, y la humanidad será destruida nuevamente, sin posibilidad de restaurarla.