Era el siete de Septiembre.
No había nada especial en esa fecha, al menos para mí. Igual era el caso para mi compañero, la luciérnaga.
Pero para una persona en específico, era una fecha más que trascendental, el futuro de su vida se definía aquel siete de Septiembre.
Y ese era Rai Adnoort, que cumplía la mayoría de edad.
Poseo escasa información acerca de las reglas que debe de cumplir un Jefe de Distrito, pero hay unas muy pocas de las que sí tengo conocimiento.
No puedes ejercer el cargo durante toda tu vida, debes de heredarle el puesto a tu sucesor.
Tu sucesor debe de asumir a la edad de dieciocho años, y cuando lo haga, debes de abdicar el cargo inmediatamente.
Una vez que hayas abdicado el cargo, no puedes conseguirlo nuevamente de ninguna forma
Casarse y engendrar hijos es obligatorio. En caso de poseer algún impedimento físico, como la infertilidad; se buscará una solución a la brevedad.
Me había interesado bastante en la familia Adnoort. El comportamiento de Cenycol me parecía más que llamativo, y su hijo, Rai, estaba próximo a asumir.
No recuerdo qué estaba haciendo aquel día, pero la luciérnaga se me acercó, y me dijo:
—Observa lo que está pasando en Cedia.
—¿En qué parte de Cedia?
—Cenycol...
Algo estaba sucediendo en el hogar de Cenycol, y desgraciadamente pude oírlo.
—Rai... Entiende de una buena vez. La vida de los Jefes de Distrito está colmada de peligros, y estoy seguro de que te agobiarás realmente rápido.
—Papá, ya estoy consciente de todo lo que debo de aceptar. Estoy entusiasmado, ¡quiero cumplir mi labor cuanto antes!
—No lo entiendes, Rai...
No tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero me interesé en la situación.
—Al parecer Cenycol es un buen padre...—Le dije a la luciérnaga.
—No, no lo es en absoluto. Él quiere persuadir a Rai para que no quiera ejercer el cargo.
—¿Cómo es que lo sabes?
—¿Cómo es que NO lo sabes? A lo largo de toda su vida, él ha hecho lo posible para no tener que soltar el cargo. ¿Recuerdas cuánto tiempo se negó a tener un hijo? ¿Recuerdas cuando asesinó a su hermano para poder ser el heredero?
—No tenía idea de lo último...
—Entonces tiene sentido el que no te hayas enterado aún.
—Estaré alerta, lo observaré minuciosamente.
—Perfecto. Me cuentas el desenlace.
—Por supuesto.
Después de aquello, la luciérnaga se marchó del lugar.
A decir verdad, se me hace extraño llamarlo luciérnaga o bichito, ya que esa es su forma de espectador... Su forma real es la de un hombre alto, con pelo negro, ojeras enormes, y ojos negros como el azabache.
Habían pasado uno o dos días, y pude percatarme de que Rai iba a salir a una fiesta con sus amigos y su novia, Cynthia Lodes.
Cenycol parecía emocionado, y se despidió cariñosamente de su hijo, algo que nunca lo vi hacer antes. Incluso Rai se sorprendió de esto.
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Todo se trata de balance - Acto 1
Ficción GeneralUn arcaico y complicado conflicto deriva en la creación de un mundo utópico, pero a su vez, azotado por las consecuencias de una macabra y fatal guerra que estuvo a punto de exterminar a la humanidad. Vestigios de aquella disidencia aparecen mucho t...