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Me pregunto si esquivé aquella bala o si sólo perdí el amor de mi vida

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Me pregunto si esquivé aquella bala o si sólo perdí el amor de mi vida.

Zayn ft. Taylor Swift, 'I Don't Wanna Live Forever'


—¡Maldita sea! —grita con frustración el morocho, maldice la estúpida voz que le hace saber que su llamada ha sido ignorada—

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¡Maldita sea! —grita con frustración el morocho, maldice la estúpida voz que le hace saber que su llamada ha sido ignorada—. ¿Por qué no contestas?

Sus manos se entierran en sus cabellos negros, tirando con notable desesperación. Jeongin no puede hacerle esto, es todo lo que tiene, es todo lo que necesita, no puede dejarlo.

¿Quién no contesta? —otra voz estúpida lo hace levantar la cabeza, Mido se dirige a él con lentitud, cerrando la puerta de su habitación antes de ello.

Nadie que te importe, Mido.

Oye, ¿qué paso con lo de madrastra? —una risa ligera acompañó las palabras, haciendo que Christopher sonriera de lado.

Ni a eso llegas.

¿Y... amante? —pregunta en un susurro, deslizando la palma de su mano por el rostro del chico que permanece sentado en la cama. Christopher ríe, tomando la muñeca de la mujer y retirándola con una mueca de asco en su rostro—. ¿Qué diablos te pasa? —la voz de Mido suena molesta por ser rechazada otra vez—. Me rechazas, pero aquella vez tú...

Yo fui un total idiota —termina el menor—. Esa vez yo cometí el estúpido error de emborracharme y tú, Mido, te aprovechaste de eso.

¿Yo me aproveché? ¿Quién llegó a mi habitación esa noche? ¿Quién se acostó en mi cama buscando consuelo, Christopher?

Mi padre había muerto —recuerda, sintiendo ira al ver lo desinteresada que lucía la mujer con la que su padre se había casado—. Lo extrañaba y esa, era su habitación. Entre porque estaba borracho.

Christopher, por favor. ¿Vas a decir que no te gustó?

El pelinegro ríe sarcástico.

Eres una...

¿Una qué?

Sin dar respuesta alguna, Christopher decide salir de ahí cuanto antes. Su casa ya no era un lugar en el que podía mantenerse sereno, la estúpida presencia de Mido lo sacaba de quicio.

Llevó el celular a su oído, rogando que su lindo castaño atendiera la llamada.

Buzón de voz...

Con una mierda.

Si Jeongin no quería hablar por teléfono, entonces que sea en persona. Treinta minutos después, Christopher estaba frente a la casa del pelirrosa.

Las veces que había llegado a entrar a la bonita casa, su lindo novio le había hecho saber que podrían estar solos. Ahora que tenía frente a él a la progenitora del menor, la sensación de nervios se hizo presente después de mucho tiempo.

¿Sí? ¿Quién eres? —pronuncia la mujer, su voz siendo enseguida comparada con la de Jeongin por el pelinegro.

Oh, lo siento. Estoy buscando a Yang Jeongin.

Bueno, creo que mi hijo es bastante popular hoy.

¿Cómo?

Christopher no sabía que en el piso de arriba una conversación sobre cómo olvidarlo se llevaba a cabo entre su pelirrosa y otro chico.

Espera aquí —pide la mujer, dejando la puerta abierta mientras sube para avisarle a su hijo que otro chico guapo está preguntando por él.

Minutos después, la señora de cabello negro baja y pregunta su nombre. Christopher le dice y entonces la mujer suspira.

Lo siento, pero no puedo dejar que entres —la puerta es cerrada luego de eso.

Christopher no puede creer lo que acaba de pasar, así que vuelve a insistir. Él necesita tener a Jeongin a su lado luego de pasar un mal rato en su casa, quiere tocarlo para olvidar el tacto de su madrastra, quiere abrazarlo y besarlo.

No, no se pudo haber acabado. Jeongin no había dicho en serio aquello, sólo estaba un poco molesto, sólo eso. Todo está bien, tenía que estarlo, porque de lo contrario, Christopher no sabría cómo podría vivir sin la sensación del cuerpo de Jeongin junto al suyo.

Ahora se preguntaba si al haber querido alejarlo de las garras que iban a lastimarlo, había empezado a hacer lo contrario.

Ahora se preguntaba si al haber querido alejarlo de las garras que iban a lastimarlo, había empezado a hacer lo contrario

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