๑.* 15

165 22 1
                                    

¿Podemos simplemente hablar?Hablar acerca de a dónde vamos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Podemos simplemente hablar?
Hablar acerca de a dónde vamos.

KHALID, 'Talk'


Las hojas caían de forma graciosa sobre ellos, balanceándose en el aire una y otra vez hasta tocar el asfalto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las hojas caían de forma graciosa sobre ellos, balanceándose en el aire una y otra vez hasta tocar el asfalto.

Jeongin sonreía con las mejillas sonrojadas, mirando cada dos segundos el perfil serio del chico a su lado, no pudiendo dejar de preguntarse por qué tensaba la mandíbula tantas veces. Christopher sostenía su mano mientras lo acompañaba hasta su casa, como hace unos días había empezado a hacer, tomando su mano como si tuviera miedo de dejarlo ir, como si al soltarlo algo le fuera a hacer daño.

¿Qué tanto miras, eh? —Christopher pregunta, formando una suave sonrisa en los labios, como si supiera que su silencio lo estaba preocupando.

A ti, sólo te veo a ti —responde dulcemente el menor. El pelinegro para su andar de repente, frenándolo a él por igual, lleva su mano libre a su pecho y finge tener un ataque al corazón—. No seas idiota —ríe Jeongin avergonzado, sacándole una risita a su novio también. Así estaba mejor.

El camino a su casa se había vuelto corto de un día para otro, ahora que la compañía de Christopher era frecuente, por lo que al llegar a su destino el rubio siempre se negaba a soltar la mano del mayor.

¿Te tienes que ir ya? —su pregunta suena más a una queja, despedirse de su novio no es de las cosas que más disfrute hacer y para colmo, Christopher no ayudaba, ya que el mayor se la pasaba rechazando la invitación a su casa—. ¿En verdad no quieres pasar?

Sí quiero, pero...

¿Pero...?

«Pero si entro, me llevarás a tu habitación y entonces...»

Soy un fastidio, ¿no? —Jeongin ríe al decir aquello, fingiendo no sentirse mal por el rechazo del mayor—. Está bien.

No es eso, me encantaría pasar, Jeongin-ah —la mano del pelinegro acaricia una de las mejillas suaves, tratando de disculparse por su inexplicable comportamiento—. ¿Sabes qué? Hay que entrar, pasemos un rato más juntos —termina por decir.

Antes de entrar, Jeongin le dice con un tono travieso que su madre no está, por lo que podrán hacer lo que quieran por al menos tres horas, pero él no puedo escucharlo. Su total atención, desde que habían salido del colegio, se encontraba en aquel sujeto extraño.

No había querido decirle nada a su novio, para no asustarlo, pero hace unos días se había dado cuenta de que aquel sujeto los seguía de manera casi sigilosa. Lo había visto en el colegio algunas veces, observándolos de lejos.

Su temor a que aquel sujeto tuviera que ver con su madrastra le estaba carcomiendo la cabeza. No quería dejar solo a Jeongin, quería pasar todo el tiempo del mundo con él, pero si su suposición era cierta y aquel sujeto era alguna especie de espía por parte de su madrastra, entre menos tiempo pasara con el rubio, éste estaría más seguro.

Pero, mierda, también lo extrañaba.

Y parecía que el rubio también a él, porque en cuanto cruzaron la puerta principal, el menor se lanzó a sus labios ansioso de sentir sus caricias. Jeongin mordía y succionaba su labio inferior con deseo impregnado en sus ojos, su pequeño novio necesitaba de él, pero si quería mantenerlo a salvo, debían hablar primero.

—¿Quieres subir a mi habitación? —Jeongin susurra sobre su oreja, mordiendo su lóbulo para provocarlo.

Dios, decir que no a su pequeño le estaba costando.

E-Espera, bebé. Necesito hablar contigo primero.

Podemos hablar después —insiste, y Christopher tiene que esforzarse para no perder la cordura y follarse al rubio ahí mismo.

No, por mucho que quiera hacerte mío ahora, primero quiero hablar sobre nosotros —dice, alarmando un poco al menor por el tono serio que uso.

¿Sobre nosotros? Pensé que estábamos bien ahora. ¿De qué tendríamos que hablar? —Jeongin deja de tocarlo, mirando ahora a sus ojos.

El miedo de alejarlo de nuevo asusta a Christopher, porque el menor creía conocerlo; creía que sus padres no aceptaban su orientación sexual, creía que había sido maltratado por su familia, creía que vivía la vida normal de cualquier chico a su edad, creía saberlo todo.

¿Qué pasaría entonces si supiera que nada es verdad?

Que lo único cierto que ha salido de su boca ha sido:

Te amo y por eso, quiero que sepas quién soy en realidad.

—Te amo y por eso, quiero que sepas quién soy en realidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
New Rules ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora