Haciendo que todo funcione (Itanaru)

Capítulo 16

Al final de la reunión Hinata esperó a su lado -¿po… podemos hablar un poco? -Naruto asintió, el Nara despeinó sus cabellos con cuidado -nos vemos después rubio, disfruta tu viaje -Naruto tenía una gota en la nuca al ver como le cerró el ojo insinuador -bastardo ¿qué sucede Hinata? -la chica jugaba con sus manos -bue… bueno, lo que sucede, mmmm ¿creí que teníamos algo? ¿ya sabes? -el rubio lamió sus labios con ansiedad -tal vez en algún momento creí que podía haber algo entre los dos, no puedo negarlo, pero, mmmm no tenemos nada en común, lo lamento si te di una idea equivocada, creo que puedes encontrar a esa persona especial para ti, pero no soy yo-

Hinata lo vio con molestia -¿entonces estabas conciente que me ilusionaste? -el pequeño afiló su mirada recordando a Izumi, mismo perfil -no es así, salíamos en citas con la intención de ver si funcionamos, ¿para qué crees que la gente sale antes de hacerse novios?, obvio para conocerse y ver si hay compatibilidad en algo -la azabache estaba molesta -eso es una tontería, si hay atracción física y me agradas, con el tiempo puede nacer algo bonito, sólo debes darte la oportunidad de conocerme mejor -Naruto rascó su nuca con incomodidad -no lo creo Hinata, justo ahora la chica que me estás mostrando me causa ansiedad -la chica dejó ver por un momento sus venas demostrando su molestia -será mejor que me vaya antes de que causes un conflicto -la chica afiló su mirada, no le iba a perdonar que la ilusionara.

Naruto caminaba a su departamento con fastidio, la chica lo había hecho enojar. Al entrar un cuerpo cayó sobre su espalda, Naruto rió con diversión -bájate bastardo, pesas ttebayo -el azabache negó -estoy cansado, fue un día largo -el pequeño se arrastraba en el suelo con el cuerpo del Uchiha sobre su espalda, reía con diversión -no te esperaba hasta mañana, ¿qué planeas?, ¿no saldrías a un bar con tu primo? -Itachi rio bajito entre dientes -un clon lo acompaña, yo me quedaré aquí a dormir, así que recíbeme por favor -Naruto sonrió -¿sabes que Shikamaru les insinuó a todos que soy gay y que un amigo mío de hace años es mi pareja?, bastardo -

Itachi negó con diversión -¿qué hiciste? -el pequeño se detuvo a medio caminó, suspiró con cansancio -no lo negué, ni lo acepté, de eso dependía que todos creyeran en mí, Hinata divulgó que había algo entre ella y yo, con esto quedó claro que fue un malentendido de su parte-

Itachi sonrió, olfateó al pequeño con curiosidad -¿te pusiste fragancia? -el Uzumaki levantó un puchero -¿me viste cara de princesa? -el mayor bajó de él, se levantó -te quejas y eres berrinchudo como una, tal vez me confundí un poco -el Uzumaki rio con diversión, se puso serio -tenías razón sobre Hinata, mismo perfil, se puso algo histérica cuando los demás se fueron -Itachi se sentó en la barra, tomó una manzana, comenzó a comerla escuchando al pequeño, un poco de molestia llegó a él -te lo advertí, por lo menos ya no tenemos que ver con ellas, realmente Izumi me  estresaba, ahora me siento más tranquilo-

Itachi al terminar la manzana siguió al Uzumaki a la habitación, se cambió despreocupado a su pijama y entró en la cama, Naruto había observado con el rabillo del ojo su espalda marcada y varonil, el Uchiha era un hombre hermoso, entró en la cama, esta vez giró al Uchiha al lado contrario, comenzó a rascar su espalda él delineando sus músculos con cuidado, Itachi sonrió divertido, cerró sus ojos disfrutando su tacto -se siente bien -

El Uzumaki sonrió -estoy de oferta, aprovéchame -el mayor cerró sus ojos, por su mente en un fugaz pensamientos vio al pequeño sonrojado bajo su cuerpo, mordió sus labios, no era la primera vez que fantaseaba un poco, continuamente pasaba, sacudió su mente, se hizo el dormido. Naruto se abrazó a su cuerpo enterrando su rostro en la espalda del mayor, Itachi le agradaba fingir que dormía, podía sentir el momento exacto donde el pequeño lo abrazaba posesivamente y a veces... un beso sintió en su espalda, sonrió satisfecho.

…..

-Itachi por favor, hablemos -el azabache negó -te dije que no me interesa, eso se acabó ya, acéptalo por favor, vine aquí a distraerme y la verdad es que me estás estresando -Shisui se acercó a ambos al ver la discusión -Izumi por favor, me costó demasiado sacarlo de casa para que vengas a estresarlo -la chica los vio a ambos con una sonrisa burlona, se la pagaría el heredero, sería suyo a como de lugar -un mesero se acercó, le entregó su bebida al Uchiha quien la tomó de fondo sin darle importancia. Shisui negó con diversión, ambos vieron como la chica se iba -Itachi, esa chica te causará problemas -el menor asintió -regresa con tus damas, no te preocupes por mí -el mayor sonrió, con gusto obedeció. El heredero comenzó a sentirse mareado, las luces daban vueltas, el piso para él tenía un movimiento circular, estaba mareándose -¿puedo ayudarte?, vamos al hospital, te ves mal -el Uchiha asintió, se dejó guiar por la voz desconocida, estaba perdido y evidentemente drogado, seguían sin capacidad para negarse, no coordinaba bien, entró a un edificio donde lo metieron en un cuarto y lo dejaron caer en una cama, un cuerpo subió sobre él.

-Serás mío cariño, cuando tenga a tu hijo tendrás que hacerte responsable -el azabache no entendía nada, veía luces por todos lados, distinguió débilmente a Izumi realizando una felación, su cuerpo respondía a sus atenciones, momentos después la vio desnuda montarlo con descaro, gritaba excitada y con placer, la droga que le había dado tenía algo para que su cuerpo respondiera y se excitara con cualquier roce, la chica dejaba marcas en su cuerpo, brincaba poseída por el deseo -eres tan grande y sensual -Itachi tapaba su rostro con su brazo, quería vomitar, se sentía mareado -aaaaaahhh -su miembro también respondió corriéndose dentro de la chica, la Uchiha por horas lo hizo suyo, no estaba dispuesta a dejarlo ir sin estar llena de él, ocupaba un maldito heredero.

….

Naruto vio con duda a su amigo, apretaba su entre cejo con molestia mientras corrían -¿sucedió algo? -Itachi apretó su mandíbula con coraje, activó su sharingan, se detuvo de golpe -hija de perra -el rubio lo vio con sorpresa -¿qué sucedió Ita? -nunca lo había visto así de molesto -¿recuerdas al clon? -el pequeño asintió -Izumi lo drogó y lo violó toda la maldita noche -el Uzumaki apretó su ceño con coraje dejando ver sus rendijas rojas, giró, comenzó a correr en dirección a la hoja a gran velocidad, Itachi lo alcanzó, lo detuvo -déjame, esa desgraciada me va a conocer, ¿cómo demonios se atrevió? -el pequeño pataleaba queriendo ir a someterla, el heredero sonrió encantado con su reacción, susurró en su oído -déjala, hoy es tu cumpleaños, no quedará embarazada si ese es su propósito -Naruto sintió una descarga ante la voz grave en su oído, mordió sus labios dejándose abrazar, el ambiente se cargó de una sensación extraña -pe… pero nos vengaremos ¿verdad? -Itachi sonrió -lo haremos, ahora, esas aguas termales están a quince minutos, me levantaste de madrugada y ahora estoy emocionado -el rubio sonrió, giró su rostro con emoción, sus respiraciones quedaron a un centímetro de distancia, podían sentir el ambiente cargado de tensión -el pequeño un poco descarado besó su mejilla rozando su labio, Itachi cerró sus ojos disfrutando el toque, de inmediato los abrió -vayamos -Naruto sonrió, asintió con velocidad.

Ambos se veían con sonrisas algo tímidas mientras corrían. Al llegar Itachi realizó el registro, les asignaron una habitación con termales privada -ahora hay feria en el pueblo, aquí frente al hotel pueden rentar kimonos -Naruto sonrió feliz, mientras tomaron el kimono del hotel y se cambiaron -es temprano para la feria, apenas está amaneciendo, ¿qué dices si pedimos servicio al cuarto?, nos bañamos en las termales y por la tarde vamos por esas yukatas -el rubio asintió emocionado -eso me encantaría ttebayo -el servicio llegó con un banquete que había solicitado el Uchiha, ambos comieron emocionados, todo estaba delicioso -aquí prueba esto, está delicioso -el azabache no lo tomó, directamente mordió de la brocheta que el rubio le ofrecía. Naruto lamía sus labios observando los del Uchiha -¿es… está rico? -Itachi sonrió, asintió. Ambos continuaron comiendo uno al lado del otro, esa extraña tensión del camino seguía impregnando el lugar a su alrededor.