[Capítulo 8]

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Ni bien él día acabó salí de mi habitación y fui a la de Big

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Ni bien él día acabó salí de mi habitación y fui a la de Big. Yo sabía que él tenía conocimiento del lugar en el que mi novio estaba viviendo. Todas las luces de la casa habían sido apagadas, aquí todos dormían temprano, así que en silencio y sigilosamente caminé hasta llegar a la planta donde los guardaespaldas y demás personal de la casa dormía. Si mi cerebro no me fallaba, su habitación era la última del pasillo.

Cuando llegué toqué la puerta y esperé pacientemente a que alguien abriera.

Un momento, ya voy — me quedé confundido, esa no era la voz de Big —

Quien abrió la puerta fue Ken, ¿qué hacía en una habitación que no era de él? Da igual, si Ken estaba aquí, probablemente Big también lo esté.

P'Ken, ¿P'Big se encontrará? — pregunté —

Está durmiendo, pasa — se hizo a un lado y pidiendo permiso ingres —

Ambos estaban durmiendo en la misma cama, era lógico, no había otra. Ken se acercó y con un ligero movimiento en uno de sus hombros lo despertó.

Vita mia (Mi vida) — escuché a Big decir —

No me sorprendí tanto por eso, todos sabíamos que Big tenía ascendencia italiana y que había aprendido el idioma cuando aún era pequeño. Lo que causó mi sorpresa era que se lo había dicho a Ken, esos dos ocultaban algo.

El hermano de Porsche te busca, levántate idiota — le avisó pegándole con la almohada y cuando volteó hacia mi sus mejillas estaban un poco rojas — puedes sentarte en ese sofá.

Obedecí y esperé a que Big terminara de levantarse. En cuanto él abrió los ojos se espantó por verme en su habitación. Empezó a tartamudear mientras miraba a Ken. Este último solo negó y se sentó cerca de mí. No lo pensé más y le dije por lo que realmente había venido a esta hora a su habitación. Ante mi pedido Big no quiso responder.

Discúlpeme, pero no se lo puedo decir. Estaría desobedeciendo una orden de mi señor y eso me costaría mi puesto — me respondió y yo le supliqué una vez más —

Por favor, enserio necesito encontrarlo, debo hablar con él — Big me miró y pareció pensarlo —

Está bien, pero no vaya a decirle a Khun Kim que yo le di la dirección — cuando dijo eso me levanté y lo abracé, quizás en agradecimiento o quizás porque por esa pequeña ayuda podría salvar mi relación —

Gracias, gracias, P'Big.

Luego de eso me separé, P'Big me dio la dirección en un pequeño cuadro de papel, quedaba un poco lejos, pero no importaba, iría de todos modos. Me disculpé por la interrupción, y antes de salir me di cuenta de que no había quien me llevara.

||𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐈𝐬 𝐏𝐫𝐞𝐠𝐧𝐚𝐧𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora