[Final]

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Los años vuelan

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Los años vuelan. Siete años habían pasado desde que los bebés nacieron. Hoy celebraban el cumpleaños número siete de todos ellos. Eran niños grandes y sanos. Annika tampoco se queda atrás. Ya no era la pequeña que corría por los pasillos, que gritaba cuando jugaba con Tankhun o que bailaba en el jardín con TongFah. Hace unos meses acababa de cumplir trece años. Ella y su hermano peleaban todo el tiempo por cosas mínimas, pero al final del día, Dion siempre la buscaba para acurrucarse en su cama.

Mientras Anni jugaba con los niños, los adultos terminaban de cortar los pasteles que Lauren, Becky y Rose, las niñeras, habían preparado con mucho amor. No había pasado mucho tiempo desde que los adultos comenzaron la labor, cuando Becky, la encargada de los mellizos, llegó con el pequeño Paris en brazos. El bebé acababa de despertarse y buscaba con desespero el calor de la persona que lo trajo al mundo. La joven se adentró con cuidado a la casa y se asomó por el umbral de la cocina. 

— Khun Vegas — llamó ella y el mencionado volteó rápidamente —

— Oh, ya se despertó —Sonrió y Becky asintió — ¿Me dan un momento?

Vegas y Pete salieron de la cocina, tomaron a su bebé de los brazos de la niñera y fueron a la habitación que les habían dado para cuando se quedaran con los niños en el recinto principal. Se acomodaron y Pete sacó el biberón del bolso que siempre llevaban con ellos. Los mellizos podían ser independientes, pero eso no quería decir que lo fueran todo el tiempo. Preferían cargar mudas de ropa antes de tenerlos sucios. Una vez Paris tuvo el biberón entre sus labios, empezó a beber. Vegas miraba la manito de su último hijo envolverse en uno de sus dedos. Pete acomodaba hacia atrás los finos cabellitos del bebé que tomaba con desespero su alimento. La imagen era muy bonita. Mientras Paris se terminaba la leche, Vegas recordó cuando era él quien se hacía cargo de su hermano. A veces soñaba con él y las veces que lo hacía, al final, Macao siempre le daba una de sus cálidas sonrisas. Lo extrañaba demasiado. Había días donde se ponía a pensar en cómo hubieran sido las cosas si ese viaje no hubiera ocurrido. Sin embargo, luego recordaba que, el "hubiera" no existe y dejaba todo como estaba.

||𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐈𝐬 𝐏𝐫𝐞𝐠𝐧𝐚𝐧𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora