[Capítulo 19]

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El interior de la casa de los abuelos de Pete era acogedor

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El interior de la casa de los abuelos de Pete era acogedor. Tenía ese olor característico y único que poseía cada casa, y esta olía a manzanas verdes y canela, además, estar en un ambiente fuera de la ciudad lo hacía aún mas relajante y agradable. En la parte posterior de la casa habían algunos árboles y flores de colores, así como también una pequeña fuente donde algunas aves se posaban para beber del agua que la estructura ofrecía. La abuela de Pete era muy dulce, de alguna manera, su trato hacia mí me recordaba a mi madre, tan suave y cálido, y su abuelo era muy comprensivo y algo bromista, no me hizo sentir incómodo. Hasta el momento solo nos habíamos presentado, pero todavía no sabían que relación teníamos ni la clase de trabajos que hacíamos, y era mejor que no supieran eso último, además, aún no les hacíamos saber sobre la verdadera intención de la visita.

Porsche estaba con nosotros, los abuelos de Pete lo recibieron muy bien, hablamos un rato, hasta que los abuelos de Pete desaparecieron en la cocina. Dirigí mi mirada hacia Porsche, se veía pensativo, parecía preocupado, traía un rostro algo decaído desde que pasamos por él. Me acomodé más cerca de él y le pregunté.

Porsche, ¿sucedió algo?, ¿algo te molesta?.

Hablemos afuera -pidió él, estuve de acuerdo-

Porsche salió primero.

Iré afuera con Porsche -le dije a Pete y él sólo asintió, nos llamaría cuando sus abuelos volvieran-

No vayan muy lejos, manténganse cerca de la fuente -fue lo último que escuché y salí de la casa-

Porsche se encontraba parado al lado del pequeño jardín que la señora tenía, miraba las rosas y los tulipanes, con la misma cara de hace un rato.

Well, do you want to tell me what happened? -pregunté mientras avanzaba hacia él-

Vegas, si Pete y tú fueran pareja desde hace años y en algún punto de la relación engañaste a Pete, pero luego te perdona y tú dejas de hacer todo lo que te gusta, sólo para concentrarte en él. Y cuando estás esperando un bebé suyo, justo en tu quinto mes de embarazo, Pete empieza a dudar de la paternidad, ¿Cómo te sentirías? -bien, la pregunta me descolocó demasiado, pero si esto tiene algo que ver con Kinn, juro que le sacaré los dientes, es una de mis especialidades-

Um, puede que me sienta mal, en caso de que ese desliz sólo haya sucedido una vez, hace bastante tiempo, y esté completamente seguro de que él bebé sea suyo, me sentiría mal, pero luego le golpearía en las pelotas y criaría yo solo a mi hijo, no necesitaría de nadie -con eso último, Porsche soltó una carcajada que terminó contagiándome-

||𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐈𝐬 𝐏𝐫𝐞𝐠𝐧𝐚𝐧𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora