[Capítulo 15]

357 43 21
                                    

Ya habían pasado algunas horas desde que todos se fueron a descansar a sus respectivas habitaciones y respectivas casas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya habían pasado algunas horas desde que todos se fueron a descansar a sus respectivas habitaciones y respectivas casas. Porchay le rogó a su hermano para que le dejara dormir en el departamento de Kim, solo por esta noche. Después de varios "por favor, por favor", Porsche le permitió a su hermano ir a pasar la noche al departamento de Kim. Porchay subió contento a su habitación a sacar su pijama y una muda de ropa para el día siguiente. Para cuando bajó, Kim y Ken lo esperaban en el auto que los llevaría de vuelta a donde estaban viviendo.

— ¡Chay! -llamó Porsche- no seas inoportuno, dale su espacio y dale tiempo, ¿si? -aconsejó y el menor asintió-

Porsche vio a su hermano subir al auto y acomodarse al lado de Kim, quien colocó su cabeza en el hombro del adolescente, al parecer, de nuevo se había quedado dormido. Él también pensó que ya era hora de entrar, también se caía del sueño. Se despidió de todos, siendo los últimos, Fah, Khun y la pequeña Annika. Entró a la habitación que compartía con Kinn y lo encontró perdido en el cuadro que tenía en sus manos.

— ¿Todo bien? -preguntó Porsche sentándose al lado de Kinn-

— Sí, es solo que, cuando entré, lo primero que vi fue la foto del día en que nos casamos y de repente varios recuerdos vinieron a mi mente tras ese día. Era increíble como en tan sólo un año podían suceder tantas cosas -respondió calmado-

Ambos se asearon un poco y se colocaron sus pijamas, se metieron debajo de las sábanas y se abrazaron. Hablaron sobre como se sintió Kinn tras haberse disculpado con su primo. El mayor dijo que extrañamente se sintió bien, como si un peso se hubiera quitado de sus hombros. Quizás eso era lo que necesitaba para por fin sentirse tranquilo. Incluso recordó los días en los que ambos aún eran niños, Khun de diez años, Kinn de seis y Vegas de cinco. La madre de Kinn y la de Vegas se llevaban bastante bien. Eran amigas, les encantaba ver que sus hijos se llevaran bien. Khun, Kinn y Vegas eran un trío inseparable cuando eran niños. Kim y Macao no eran parte de sus planes y travesuras porque aún eran muy pequeños, y a veces preferían estar en casa. Los tres mayores entendían y preferían que fuera así. Para ellos, no era divertido jugar mientras tenían que vigilar que los más pequeños no se lastimaran o se perdieran en las instalaciones de la casa. Ya les había pasado una vez, cuando Kim había dicho que quería jugar con ellos. Kinn recordó que su hermano mayor y su primo habían peleado porque no encontraban al menor.

░░░░░

— Te dije que no era buena idea dejar que Kim jugara con nosotros -reclamó un Vegas de cinco años-

— Pero el quería, además si no lo dejaba venir, mamá se hubiera molestado conmigo -bufó el mayor del trío Theerapanyakul-

||𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐈𝐬 𝐏𝐫𝐞𝐠𝐧𝐚𝐧𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora