Capítulo 10: Los días de la Gran Herejía. Parte 1: Apostata.

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"Saruman piensa que solo los grandes poderes pueden tener al mal controlado, pero eso no es lo que yo he aprendido, yo he encontrado que son las cosas pequeñas los actos cotidianos de personas ordinarias los que alejan a la maldad. Los simples actos de gentileza y amor".

Frase de Gandalf en la película: "El Hobbit un viaje inesperado".

"El mal es como el monstruo Hidra, corta una cabeza y dos más saldrán en su lugar".

Lisa Loud finalmente lo había logrado, un proyecto más que prometedor: "nanobots de reparación orgánica". En palabras simples robots de tamaño microscópico que pueden reparar tejido, orgános y sistemas del cuerpo humano y guiados por un avanzado sistema informático integrado en su inteligencia artificial, además de estar dotados de un componente bioquímico inventado por la susodicha que les permitía regenerar, desinfectar y curar el cuerpo humano.

Y esos nanobots podían ser administrados ya fuera por vía oral o inyectable. Aquello sin duda la volvió una candidata indiscutible para el Premio Nobel de Medicina, así como la fama y el renombre que obtuvo tras eso. Sobra decir que sus padres y familia estaban muy orgullosos de ella.

Los periódicos y las revistas científicas hablaban de ella y el "Time's" la tenía ya en su portada; conferencias y entrevistas por televisión le venían de todas partes, algunas de las cuales asistía en compañia de sus padres y otras veces sola.

Hasta llegaba a agradecer a su familia por sus logros, aunque curiosamente también daba crédito a los "Dioses", algo un poco raro viniendo de una mente tan científica y lógica como la suya y que no había expresado anteriormente seguir una fe en particular.

Mas nadie le preguntaba a que dioses se refería exactamente, ya fuera por la llamada "corrección política" de los medios o el respeto a las creencias personales, nadie indagaba mucho en las entidades en que ahora ponía su fe, aquella brillante y prodigiosa niña.

Y su éxito no se detuvo ahí pues luego asombro al mundo desarrollando una fuente de energía que hasta ahora se había quedado solo en mera teorías o especulaciones de la ciencia ficción. La "Fusión en Frío", con semejante invento había labrado un nuevo futuro para la humanidad en el sector energético.

Lisa Loud sin duda alguna ahora se sentía que estaba alcanzando y desarrollando su verdadero potencial, como una elegida de los dioses. Reconomiento, fama y riqueza servidos en bandeja de plata para ella, que más podía pedir.

Al poco tiempo dejó de asistir a la escuela; una mente como la suya le eran innecesarios conocimientos tan básicos y simples, que de todos modos ella ya conocía desde que aprendio a caminar.

Quien más se sintió triste por aquello fue sin duda su amiga la pequeña Darcy.

-Te voy a extrañar Lisa.

-Yo también a ti amiga, pero debo seguir un nuevo camino, algún día lo entenderas. -tras decir eso Lisa abrazo a su única amiga y se despidió también.

-Sigamos en contacto- agregó Darcy haciendo un ademán de llamar por teléfono cuando Lisa ya se iba.

-Si porque no- respondió con estoicismo. Y con aquel acto también abandonaba otra parte de su humanidad.

Ahora se la pasaba la mayor parte del día en el laboratorio de su cuarto u otras veces en el que había adaptado en su búnker subterraneo.

Incluso se había mostrado generosa con su familia al compartir su dinero obtenido por las ganancias de sus patentes. Buena parte de ese dinero lo usaron sus padres para reparar y renovar su hogar. Ya no más tuberías inestables, ni pisos de madera podrida o rota, adiós a las goteras y filtraciones, ni tampoco tendrían que seguir soportando timbres que daban toques o fallas eléctricas. Literalmente dejaron la casa Loud como nueva.

El Anciano y el muchacho de pelo blanco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora