Parte 5: Guardianes del Orden contra Señores del Caos.

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La batalla en Kyoto continuaba, el ejército de los Profundos y otros seres de las huestes del Caos no se detenían en su feroz arremetida contra los defensores de Japón.

-Estos bastardos tienen la piel muy dura, gastamos demasiadas balas en cada uno- dijo un miembro de las Fuerzas de Autodefensa tras recargar el cartucho de su Beretta 9 mm.

Para colmo de la situación en ese momento arribaron una especie de crustáceos de gran tamaño, medían poco más de tres metros de alto por un metro y medio de ancho. Lanzaban chorros de agua a presión y también atacaban con sus enormes pinzas.

Ante lo crítico de la situación la Vigía de Mundos, Mitsuki Okayama saco una especie de pergamino mágico el cual desenrollo a la par que recitaba un encantamiento haciendo que una serie de caracteres del pergamino se encendieran con una brillante luz carmesí que consumio el objeto en sí.

En el acto surgió casi un centenar de hombres y mujeres vestidos de traje negro y con antifaz del mismo color, estaban armados con katanas, pistolas e incluso había una que llevaba una especie de "Morning Star" con cadenas.

-¡88 Maníacos, acaben con todos los siervos del Caos que puedan y apoyen en su lucha a mis aliados!- exclamo Mitsuki Okayama.

Aquel pequeño ejército se lanzo al ataque principalmente contra los Profundos, por su parte el fénix Kyo y la grulla Gao se empezaron a hacer cargo de los enormes crustáceos.

Kyo descargaba unas poderosas llamaradas con sus aleteos y luego acompañaba ese ataque con bolas de fuego que salían de su boca. Así mismo Gao se lanzaba en una especie de voltereta descendente con la cual "taladraba" las duras corazas de sus enemigos.

Por su parte Mitsuki Okayama comenzó a recitar un conjuro y hacer curiosos movimientos con sus manos, que recordaban a las técnicas usadas por los ninjas. Acto seguido clavó sus katanas en el suelo y pronto gruesos nubarrones se formaron en el cielo trayendo consigo una tormenta eléctrica, cuyos poderosos relámpagos asediaron a los enemigos aéreos, aniquilando a la mayoría de ellos. Tras haber usado el "Raygeki Storm" la Vigía de Mundos comenzo a dar muestras de cansancio, pero no dejo que esto la detuviera, lanzo sobre ella un poderoso encantamiento de refuerzo conocido como: "Shukufuku no Hagakure". Con lo cual sus fuerzas no solo fueron restauradas sino que también su ataque y defensa se incrementaron temporalmente.

Arremetio nuevamente contra las fuerzas del Caos y un Profundo tras otro fueron decapitados por sus hojas manejadas con la presteza y versatilidad dignas de una guerrera samurái.

A uno lo secciono con un corte en diagonal en la zona del abdomen, otro que avanzaba directamente hacia ella, le salto por encima del hombro y le clavó ambas armas en el pecho y para rematar lo partió en dos de un rápido corte.

Sin embargo en el clamor de la batalla pudo ver que de los "88 Maníacos" que había convocado ya quedaba solo la mitad y otro más desaparecio en una estela de polvo mágico al ser arrasado por las tenazas de uno de aquellos crustáceos gigantes.

-El ejército enemigo parece interminable, esto resultara en una guerra de desgaste, no nos darán ni un respiro, sino nos matan en combate esperaran hasta que el agotamiento nos haga colapsar- reflexiono algo angustiada la Vigía Mitsuki.

Aún estando sumergida en aquellos pensamientos, pudo notar como uno de los guerreros que invoco, para ser más precisos aquella chica que portaba una "Morning Star" arremetía sin una pizca de miedo contra una docena de Profundos. Así como ver que las Fuerzas de Autodefensa y los Yakuza seguían en pie pese a sus númerosas bajas, le dio el empujón que necesitaba para no caer en la desesperación.

El Anciano y el muchacho de pelo blanco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora