𝑃𝑟𝑒𝑓𝑎𝑐𝑖𝑜

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Una chica corría como si la vida se le fuera en ello

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Una chica corría como si la vida se le fuera en ello.

El sol de verano ardía a sus espaldas mientras dejaba atrás los falorillos distantes de un banquete de bodas. Y ella corría, la falda de su vestido blanco enredándose en la hierba, al tiempo que se dirigía hacia el bosque e intentaba ganar una carrera contra el anochecer, el tiempo y ella misma.

El viento transportaba unas voces que la llamaban, pero ya no podía mirar atrás. No podía regresar al hombre que jamás amó y que ahora dejaba plantado en el altar. Su corazón siempre le había pertenecido a alguien más.

Y ahora corría a la vez que unas pequeñas flores blancas se le caían del cabello, dibujando una estela blanca de estrellas a su paso, recordándole a dónde jamás querría regresar. Y no aminoró la marcha, no miró hacia atrás.

Pero él aún la esperaba en la puerta de la iglesia, mientras contemplaba su huida y hacía bailar entre sus dedos el anillo que había pertenecido a su madre, pero que ahora se burlaba cruelmente de su mala suerte.

—Hay problemas peores, querido — Su tía Gertrude le palmeó la espalda a modo de consuelo — Créeme. Sophie habría sido una esposa encantadora, lástima que esté tan mal de la cabeza. Mira bien de lo que te has salvado.

 Mira bien de lo que te has salvado

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Champagne Problems || Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora