Primer libro de la Colección: Taylor Swift's Playlist
Sophie Brown, a punto de casarse con el hombre de sus sueños, descubre que lo que siente por su vecino y mejor amigo de la infancia, quizá no sea solo algo platónico como ella pensaba. Y lo que e...
Un año después de los hechos acontecidos en la primera parte
Advertencia: +5000 palabras
Era 3 de Julio, viernes por la mañana, y aquello ya parecía una casa de locos. Nadie era capaz de estar en el lugar acordado ni a la hora prevista. En el último minuto, todos cayeron en la cuenta de que habían olvidado algo de vital importancia y tenían que ir a buscarlo. Discutieron sobre la manera más idónea de cargar la camioneta, y también sobre la distribución de asientos que había hecho Emma.
Sophie rescató un refresco de una de las neveras, lo abrió y fue a sentarse en uno de los muros bajos del jardín, a la espera de que se resolviera el caos.
—¿Por qué no te has puesto a organizarlos? — Le preguntó a Emma cuando se sentó junto a ella.
—Dejo que se diviertan — Contestó la joven, pidiéndole que le pasara el refresco — Además, lo único que haré hoy será comer y apoyar el culo.
—Eso está muy bien. Te mereces un descanso.
Emma siguió la mirada de Sophie, que parecía muy concentrada en algo, y alcanzó a ver a Timothée de espaldas a ellas, metiendo una cesta y un par de sillas plegables en la camioneta.
—Menos mal que Timmy pudo escapar del trabajo y venir con nosotros, ¿No?— Emma tanteó el terreno con precaución — Lo habríamos echado de menos.
Especialmente tú, le hubiera gustado agregar. Lo cierto era que hacía meses que esos dos se traían algo entre manos. Coqueteaban descaradamente enfrente del grupo y estaban pendientes el uno del otro todo el tiempo. Todos se habían dado cuenta de la evidente atracción que compartían, excepto ellos dos. Emma había intentado de todas las maneras posibles sonsacarle algo a su amiga, pero aunque habían entrelazado meñiques y pronunciado innumerables juramentos de pequeñas prometiendo jamás guardarse secretos, Sophie parecía tener los labios sellados.
La vio encogerse de hombros, mientras esquivaba adrede su mirada inquisitiva, y decidió dejarlo correr... por el momento.
—Muy bien, chicos, este autobús se va — Gritó Augustine desde la furgoneta que conducía su novio, Jack — ¡Todos arriba!
Timothée cerró la portezuela trasera y se acercó hasta ellas.
—Te sentarás conmigo, atrás — Le avisó a Sophie — Mi hermana lo ha arreglado así, al parecer.
Ella entornó los ojos.
—Pero justamente Pauline me pidió ir adelante.
—Es que ahí dentro vamos a ser muchos — Le explicó él — Incluso a lo mejor tengas que sentarte en mi regazo — Agregó, bromeando.
Sophie puso los ojos en blanco, pero la mueca quedó sin efecto al escapársele una sonrisa.
—Lo consultaré con ella.
Se colocó las gafas de sol, se puso de pie y se alejó contoneándose hasta la furgoneta, consciente de la mirada de Timothée a sus espaldas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
