♯004 - нυηтєя

51 10 1
                                    

Habían pasado solamente 24 horas desde mi estadía en la Finca Mariposa, mis heridas estaban casi sanas pero lo que verdaderamente me preocupaba era dónde se encontraba Inosuke en ese momento. Quizá estaba en una misión, era la hipótesis más aceptable, pero no tenía manera de confirmarla.

Me encontraba rondando por los pasillos de aquella casona, arrastrando mi suero por donde iba. Regresé a la habitación, pero en un momento, pocos segundos después, oí un quejido de cansancio seguido de un insulto. Reconocí la grave y ronca voz de Inosuke. Internamente me alegré pero hice como que no sabía nada de nada. Me encontraba sentada en mi cama, observando la puerta a ver si alguien se dignaba a entrar.

—¿Kotoha?—oí la voz llorona de Zenitsu y levanté la mirada. Este se encontraba con la ropa algo rasgada, despeinado y rasguñado. Saludé con la mano.

—¿La conoces, Zenitsu?—preguntó el chico pelirrojo, con el cual había tenido un sólo encuentro.

Zenitsu asintió.

—Tanjiro, vino el otro día, ¿no has hablado con ella?—le preguntó el rubio, con una mirada juzgadora.

—¿Se pueden callar? ¡Estoy cansado, imbéciles!—exclamó Inosuke echándose a una cama vacía, cortando la conversación entre los dos chicos.

Estos se acostaron también, y cuando me aseguré que estaban completamente dormidos, me acerqué a Inosuke, y lo desperté con suaves toques en la cabeza. Le susurré un simple "gracias" y salí de la habitación, y sus ojos color esmeralds se iluminaron.

A las pocas horas, ya estaba completamente bien, me sentía capacitada para irme, así que agradecí a las mujeres de la casa y volví a mi casa antes de que anocheciera.

A las pocas horas, ya estaba completamente bien, me sentía capacitada para irme, así que agradecí a las mujeres de la casa y volví a mi casa antes de que anocheciera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Continúe mi día como lo haría normalmente después de tomar una corta siesta. Mañana tocaba entrenamiento con Kotoha, pues el examen de admisión sería en dos días.

Al día siguiente avancé hacia la casa de Kotoha, en donde la menor se encontraba esperándome.

—Hola, Inosuke, no he tenido oportunidad de hablarte desde hace un par de días—dijo animada—Gracias por llevarme a la Finca Mariposa, me cuidaron muy bien

—No es por nada. Soy tu salvador—dije ruidoso y algo vanidoso. Kotoha se rió.

La entrené de más esa tarde, pues era muy importante que ella pase el examen con éxito. Por dentro, me sentí extraño, como súper ansioso y sin querer que Kotoha se vaya. ¿Quién me daría de comer después de mis misiones? Supongo que cenaré en la Finca Mariposa.

—Esta semana será estresante—pensé.

Tuve una última carrera con Kotoha. No dejé de ser rápido, pero ella era extrañamente más rápida.

—¡Alcánzame, Inosuke!—exclamó entre risas, desafiándome.

No me podía permitir una derrota ante mi tsuguko, ante mi propia aprendiz. Así que ideé un plan algo idiota para hacerla más lenta, que personalmente odio, pero suponía que iba a tener efecto en ella.

𝙉𝙄𝙂𝙃𝙏𝙁𝘼𝙇𝙇 𝙏𝘼𝙇𝙆𝙎. ➪ Hashibira Inosuke X OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora