♯008 - яєçσνєя

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Me desperté de la nada en brazos de Inosuke. Estaba cargándome en su espalda y estábamos caminando; el sol calentaba mi piel mientras andábamos bajo el sol de media tarde. Di un respingo, causando que los tres chicos se volteen.

-Por fin estás despierta-dijo Inosuke, quejándose-Ya estoy harto de cargarte de aquí para allá-me sentí algo débil, así como inútil, y me encogí.

-¿Cómo te estás sintiendo, Kotoha?-preguntó Tanjiro, sin desviar la mirada del camino.

-No siento el cuerpo-dije con voz ronca.

-Ya estamos por llegar-remarcó Zenitsu-Así puedes descansar.

Suspiré y aguanté el dolor hasta llegar a la finca mariposa. Entramos por la puerta principal, e Inosuke me arrojó hacia una cama vacía, para luego sentarse junto a mí.

-¿Y?-preguntó-¿Qué tal?

-¿Qué tal tú?-le dije.

-Estoy molido. Pero tengo que hablar contigo. ¿No te gustó lo de ayer? ¿Por qué me dejaste allí?-no le contesté-¿Me vas a decir?-dijo con un poco más de agresividad.

—No estaba lista—dije con cierto temor—No lo entenderías... Déjame en paz—.

Se quedó callado, me fulminó con la mirada y se fue. Se me hundió el corazón. Sentí algo húmedo en la cama y luego de tocarlo y observar mis dedos, me di cuenta que las sábanas blncas estaban manchadas de sangre, así que supuse que era hora de cambiarlas. Me removí un poquito la venda del costado yo sola, para fijarme el estado de la herida, dispuesta a no recibir más ayuda -sabiendo que claramente no era ninguna médica-, y al hacerlo un chorro de sangre se escurrió. El dolor era insoportable. La volví a colocar, aún más apretada que antes y me acosté de vuelta.

 La volví a colocar, aún más apretada que antes y me acosté de vuelta

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Cada pocos minutos, iba a revisar a Kotoha disimuladamente. Buscaba excusas para pasar junto a la habitación. Siempre estaba en la misma posición. Hasta que esas dos o tres veces que la veía quieta, se volvieron diez, veinte, treinta. Sospeché que estaba muerta, pero si no fuera porque estaba respirando hubiera confirmado mis sospechas. Se acercó la noche, y unas nenas fueron a llevarle comida, pero estas las alejó, negándose. Las niñas insistieron, y a los minutos, se rindieron.

Las niñas se acercaron a donde estaba. Quise disimular que las miraba pero era tarde. Las nenas con preocupación me pidieron que la ayudase a comer, porque no había manera de que accediese. Asentí y me acerqué, tocando un poco la pared para llamar su atención, lo cual obviamente no funcionó. Tanto tiempo queriéndome hacer el enojado con ella (aunque si quisiera no podía) debe haberla enfurecido.

Me senté en su cama, frente a ella, y quise intimidarla arrugando mis mangas hacia arriba y cruzando los brazos, a la vez que me quitaba la máscara.

-¿No vas a comer?-le pregunté.

No contestó.

¿Realmente no va a hacer nada?

Estoy confundido.

Con poca paciencia tomé el plato de arroz que se encontraba en una mesita junto a nosotros. Con los palillos, tomé una porción, la probé, y luego tomé otra acercándosela a la boca.

-Abre.-insistí. Ella abrió la boca frunciendo el ceño. Por fin me hacía caso. Deslicé los palitos en su boca, y le dí la porción. Lo repetí un par de veces, y ella no se negaba a comer como decían las otras niñas. Se volvió sencillo darle de comer.

-¿Acaso no soy suficiente?-dijo de repente.

-¿Eh?-

-Soy la única que salió herida gravemente. No pude ni tocarle un pelo a ese insecto. ¿Soy mala para esto? ¿Por qué me dejaron ir en primer lugar?-comenzó a decir.

-No. Te falta práctica.-se encogió, y pronto me di cuenta de mi error.

Dejé el plato a un lado y le levanté la cara.

-Tienes potencial. Sigue practicando y ya no sabrás lo que es un dolor así. A mi una vez me atravesaron una espada en el pecho y casi me muero. Pero no lo hice-

Removió mis manos de su cara.

-¿Me curaré pronto?-me preguntó. Sonreí.

A las semanas, ella seguía inactiva, mientras nosotros seguimos teniendo misiones a lo loco. Una atrás de la otra. A Kotoha le recomendaron no entrenar hasta que se cumpliesen los veintiún días.

De vez en cuando no la veía. No la encontraba por ningún lado. Y pasaban más los días. Kotoha mejoraba, dejo de usar vendajes y no tomaba el medicamento para el dolor, pero algo veía en ella que no era lo mismo. ¿Quizá debería pretender que lo del techo nunca sucedió? ¿O le debería hablar? No tenía ni la más puta idea.







Hola, espero que les haya gustado el episodio. Es corto por una razón: me quedé sin ideas. No sé que mas hacer, así que voy a buscar inspiración donde sea SNFBDJFH

Esto por supuesto no significa que vaya a dejar el fanfic abandonado, obvio k no, pero por un tiempo lo estuvo por esta razón que mencioné antes. Seguiré escribiendo (:

Gracias por leer, me hacen muy feliz con su apoyo ✨

PD: Algunos episodios se estuvieron editando entre las seis y ocho de la tarde hoy (8/3/23) así que les pido que si tienen tiempo o tienen ganas de hacerlo, relean los últimos dos episodios, gracias x todo 💞

𝙉𝙄𝙂𝙃𝙏𝙁𝘼𝙇𝙇 𝙏𝘼𝙇𝙆𝙎. ➪ Hashibira Inosuke X OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora