capítulo 3

174 8 7
                                    

❄️ Expulsados ❄️

En la sala de la mansión crecía la tensión, ambos lobos estaban frente a frente dispuestos a cumplir con su cometido. El uno por venganza, el otro por recuperar a su amada.

- ¿ Y bien ? - Dijo mi padre entre gruñidos - ¿No me la darás por las buenas ?

- Jaja - Gruño Ulfred - Sigue soñando.

- Entonces...- Sus ojos miraron a los suyos, estaban rojos por la ira - ¡Será a las malas!.

Mi padre se lanzó contra Ulfred directo a su cuello, pero él lo esquivó de inmediato y terminó parado al otro lado de la sala, justo donde se encontraba mi padre antes del ataque.

- Que sea a las malas, ¡¡traidor !! - Gritó Ulfred.

Este se lanzó hacia mi padre, justo hacia el cuello, pero en el aire cambió de opinión y antes de que mi padre siquiera pudiera esquivarlo se dirigió hacia su costado provocando una gran herida en él con sus garras la cual lo hizo caer al suelo.
Mi padre se tomó su tiempo para recuperarse del dolor, el golpe fue inesperado para él y la sangre manaba de su costado.
Por otro lado los subordinados del lugar no se atrevían a interferir ya que si lo hacían podrían molestar al tutor legal del pequeño Alfa Ónix. Por lo cual solo observaban atentos ante algún imprevisto que pudiera hacer peligrar la vida de Ulfred.

- Tu querías a las malas - Dijo Ulfred acercándose lentamente a mi padre mostrando sus colmillos, tenía sed de sangre - ¡¡¡morirás!!!.

- ¡¡No!! - Una voz dulce y aterrada se oyó a lo lejos, en la segunda planta de la mansión interrumpiendo la pelea, tanto los subordinados como ambos lobos de la pelea se volvieron para ver hacia la puerta de dónde provenía la voz. Era mi madre, había sentido el dolor de mi padre y el miedo de perderlo le estaba desgarrando el alma - ¡¡¡Déjalo!!! por favor…- Ella golpeaba la puerta y las cadenas con desesperación, sin poder hacer nada para liberarse, había intentado escapar pero lo único que logró fue acercarse a la puerta.

- Vaya - Se rió Ulfred aún mirando en dirección a la voz de mi madre, su corazón se llenaba de celos - Tu querida esposa te ama demasiado, que lastima que no pasaste el tiempo suficiente a su lado, ¡¡porque ahora no podrás volverla a ver jamás !! - Levantó sus garras y se volvió hacia mi padre, listo para darle un golpe mortal justo en la cabeza hasta que...

Se quedó perplejo observando el lugar en donde antes se encontraba Zai, todo estaba manchado de su sangre pero él no estaba ahí. Había aprovechado el momento de distracción de Ulfred para escapar.
Antes de que pudiera reaccionar sintió un fuerte golpe y un dolor insoportable en su vientre, se volvió y vió a mi padre, sus ojos estaban rojos y llenos de ira pura y su garra estaba manchada completamente por sangre, su sangre.

- Cómo... lo hiciste...- Ulfred tosió sangre y cayó al suelo, al bajar la mirada hacia su vientre se percató de que estaba sangrando, la sangre no se detenía y eso lo alarmó.

- Te dije que la recuperaría - Lo miró Zai, mi padre, con una mirada fría que haría temer a cualquiera que se atreviera a desafiarlo.

Al ver esto, los subordinados intentaron atacar pero al ser tan pocos mi padre acabó con ellos casi de inmediato soportando el dolor de sus entrañas.
Ulfred tosió más sangre y fue solo cuestión de unos cuantos minutos para que perdiera el conocimiento, mi padre se acercó a su oreja y le dijo con voz fría:

- Que te quede claro, con mi familia no se mete nadie - Dicho esto se alejó, en busca de mi madre, soportando el dolor en su costado. Aún debía llevársela, ya que, si no se daba prisa vendrían más guardias y en su estado ya no podría contra ellos.

"Mi mate" ( Regresa A Mi ...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora