Capítulo 25: Sin Consecuencias

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Los médicos me llevaron a una sala de urgencia, donde pasé por múltiples exámenes. Me sedaron, y cuando desperte de nuevo, la bala ya estaba fuera de mi cuerpo. Al parecer, no había dado en ningún órgano, pero sí logró romper una de mis costillas, por eso el dolor tan agudo. La pérdida de sangre tampoco ayudó, por lo que me tuvieron que hacer transfusiones.

Fue un día intenso, duro y oscuro.

Cuando desperté de nuevo, estaba en una habitación del hospital, sentía una presión fuerte en mi costilla debido a que me la habían vendado. No podía moverme, me sentía como la mierda y los sedantes me hacían sentir como una idiota. Todavía no podía asimilar todo, me sentía como en una nube.

Miré hacia alrededor cuando el sonido de un suave ronquido me llamó la atención. Jungkook estaba sentado en los sofás, el portátil en su regazo, con los brazos cruzados y la cabeza apoyada hacia atrás, completamente dormido.
Me dio un poco de ternura verlo allí, había estado tan preocupado por mi, me había dicho cosas tan bonitas. A pesar de que me sentía mal, mi corazón todavía latía con fuerza al acordarme de sus palabras en el auto.

Dios, lo quería tanto.

Como si lo hubiese llamado telepáticamente, despertó. Parpadeó a través de la luz y de inmediato me miró. Apenas se dio cuenta de que estaba despierta, se levantó y vino hacia mí, quería abrazarlo, besarlo, decirle que lo quería. Sus ojos parecían aliviados de verme bien, y acarició mi cabello, mirándome con una ternura que nunca había visto en él.

Se inclinó y me dio un cálido beso en la frente.

_ Mi Hanna. _susurró, había alivio en su voz.

_ Hola. _ dije, mi voz era débil y apagada, aun me sentia sedada. _ ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

_ Por la tarde te trajeron, ya son más de la media noche, así que llevas dormida un buen rato, algo bueno porque estabas quejándote del dolor. _ respondió.

Si, bueno, que te dispararan era una mierda. Sin embargo, esta agradecida de que no hubiese sido más grave, de que la bala no hubiese impactado en ningún organo, desde luego, esa era la intención de Wheein, matarme. Estaba cegada por la ira, y darse cuenta de que Jungkook no la quería y tampoco iba a darle dinero, la terminé pagando yo. No importaba lo que mi jefe dijera, si la bala le hubiese dado a él, las cosas habrían sido mucho más grave y lo sabiamos.

_ ¿Dónde está Wheein?
_ pregunté, porque no podía evitarlo. Necesitaba saber dónde demonios estaba esa perra sin alma.

La expresión de Jungkook se convirtió en hielo, recordando a la mujer que me había hecho esto.

_ La policía la detuvo unas horas después, estaba conduciendo a exceso de velocidad, vinieron, pero estabas inconsciente así que pasaran por la mañana, quieren que declare. _ dijo con suavidad, aunque podía sentir que estaba furioso.

Le di una débil sonrisa.

_ No fue tu culpa. _ aseguré.

_ Wheein está loca.

No pareció estar de acuerdo conmigo, porque negó con la cabeza.

_ Te dije que entraras, si tan solo te hubiese pedido que te fuer...

_ Jungkook. _ interrumpi. _ No podías saber que ella iba a sacar una pistola, ninguno de los dos lo sabía.

Se quedó en silencio unos segundos, él sabía que tenía razón. Jungkook podía ser muchas cosas, a veces se comportaba como un imbécil, pero estaba complemente segura de que hubiese dado todo por protegerme. Inclusive cuando Wheein lo apuntó, parecía más preocupado por mí que por sí mismo, tomando en cuanto que su única petición fue que yo abandonara la sala para ponerme a salvo.

DEAR BOSS ~ [JJK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora