DEAR BOSS ~ [JJK]

Capítulo 34: El Final

Días después, terminé de vestirme, mirándome en el espejo. Jungkook me había invitado a cenar, así que intenté ponerme lo más bonita posible. Vestido corto de un rosa pálido de satin. Tacones de diez centímetros beige y el cabello recogido en un moño desordenado, con hebras cayéndose alrededor de mi cien. Me maquillé lo mejor que pude, Jisoo había estado sintiéndose mal últimamente así que no quise molestarla para que me ayudara, como siempre hacía. Tampoco quería restregarle en la cara que saldría en una cena romántica con mi novio cuando ella estaba pasando por el peor momento con Jimin.

Al salir de la habitación, pensando que Jungkook aun no me venía a buscar, la encontré sentada en el sofá, mirando a la nada. Su cabello sucio, sus ojos hinchados, con una expresión de infinitiva tristeza. Me dolió verla así, después de que volvimos de Busan, ella nunca volvió a ser la misma. Su relación con Jimin estaba arruinada, él ni siquiera había venido después de eso, y ya habían pasado muchos días. Era la primera vez que se ausentaba tanto tiempo, ni siquiera para venir a ver a Rose, que era la luz de sus ojos. Jisoo estaba cada vez más deprimida, intenté hablar con ella, o hablar con él para que lo resolviera, pero ninguno de los dos quiso. Jisoo no soportó verlo coqueteando con aquella chica esa noche, sabiendo que, si no hubiese sido por mi petición de que se fuera con nosotros, se habría quedado con ella, para mi cuñada, fue como si eligiera a otra mujer. Jimin tampoco estaba contento con sus palabras, y ante eso, no se podía hacer nada, no podía involucrarme si ellos no me dejaban entrar.

_ Deja de mirarme así, no estoy muriendo. _ dijo, notando que me quedaba mirándola con pena.

Suspiré y me senté a su lado, Rose estaba durmiendo ya, pero inclusive mi sobrina de siete años se había dado cuenta de que su mami ya no era la misma, y de que su única figura paterna no había venido a verla lo que por supuesto la puso triste también. Si no fuera por mi madre, se habrían sentido muy solas y abandonadas.

_ Tienes que solucionar las cosas con Jimin, no puedes seguir viviendo así. _ aconsejé, aunque ella nunca me escuchaba.

_ ¿Sabes que está saliendo con Mina?. _ preguntó, ignorando mi consejo.

_ ¿La vecina del frente?

Ella asintió, una sonrisa irónica formándose en sus labios.

_ Lo vi ayer por casualidad, entrando en su casa, ha estado evitándonos durante días, pero si tiene tiempo para ir a verla a ella.

Dios santo, Jimin era un idiota. Aunque estaba dolido, eso podía verlo, simplemente quería vengarse, quería ir y decirle que esa no era la manera, pero no podía meterme, yo apenas estaba saliendo de los problemas con Jungkook, no necesitaba más.

_ Tal vez sea hora entonces, que tú también conozcas a otra persona. _ murmuré, lo que la sorprendió. Yo siempre había estado a favor que estuvieran juntos, pero si él no deseaba, o si las cosas eran tan complicadas como para tenerlos sufriendo, entonces lo mejor era que se alejaran, que se enamoraran de otras personas y cada uno siguiera su camino.

Jisoo pareció estar de acuerdo conmigo.

_ Es lo que haré, si sobreviví a la muerte de tu hermano, voy a sobrevivir a esto. _ rugió la determinación brillando en sus ojos.

Bueno, era mejor que la depresión. Me quedé un rato hablando con ella, tratando de evitar el tema de Jimin para que pensara en otras cosas, pero mi teléfono celular sonó, interrumpiéndonos. Cuando vi, era Jungkook estaba llegando tarde, me había dicho a las ocho y ya eran pasadas las ocho veinte, no quería enojarme, pero Dios santo, se supone que tenía que ser al revés y no yo esperarlo a él. Aunque con Jungkook las cosas nunca eran convencionales.

_ Vienes tarde. _ dije al descolgar, aunque mi estomago se revolvió en emoción, al saber que iba a verlo pronto.

_ Lo siento, ha surgido un problema y estoy atiborrado de trabajo. _ murmuró, la pesadez en su voz. Mis hombros cayeron en decepción, ya sabía pro donde venia, Seo-joon me había hecho lo mismo durante eses, ¿Por qué no podía conseguirme a un hombre que me interpusiera ante el trabajo?.
Había pasado una hora arreglándome, poniéndome bonita para él, pero como siempre, los problemas nunca podían esperar, yo sí.