Capítulo 10: Jefe Enfermo

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Volví a mi habitación y me encerré dentro, sintiéndome mal. ¿Por qué estaba tan molesta? Después de todo, acababa de decirle que no iba a permitir que me volviera a tocar en su vida y ahora que lo veía con otra mujer y me sentía ¿celosa?.
Conocía a Jeon Jungkook, le gustaba follar más de lo que le gustaba el dinero y eso ya era decir mucho, así que no podía esperar que mantuviera su pene para él mismo. Sin embargo, igual dolía, me sentía como una tonta, porque mi jefe me gustaba muchísimo, muy a mi pesar, y él sólo me veía como otro culo para follar.

Al día siguiente, ambos tomamos el vuelo, pero volvimos a nuestra rutina de despreciarnos mutuamente. No conversamos sobre otra cosa que no fuera el trabajo, no nos saludamos, ni siquiera nos estábamos mirando, éramos como dos robots sin sentimientos. Si antes cosas habían sido frías, ahora era el jodido polo norte.

Cuando llegué a casa, por fin pude respirar con tranquilidad de nuevo, pero ya era bastante tarde y al día siguiente tenía que volver al trabajo. Sólo deseaba que un día, Jeon Jungkook decidiera irse a vivir al otro lado del mundo y pudiera trabajar en paz con otro jefe, que fuera mucho menos sexy, y mucho más amable y educado.

Me había tocado el peor.

Al día siguiente, mi sueño pareció hacerse realidad, porque cuando llegué al trabajo, Jungkook aun no llegaba. Afuera, todos estaban extrañados, mi jefe no era típico hombre de negocios que hiciera tal cosa, era un hombre responsable, adicto al trabajo. Venía los domingos, días feriados, cumpleaños, celebraciones e inclusive en paros nacionales. Nunca faltaba, por lo tato, todos estábamos anonadados.

Lisa fue la primera en acercarse a mi cubiculo esa mañana, deslumbra con un vestido rojo fuego. El cabello recogido en un moño, tacones enormes de quince centímetros negros y su habitual mueca de desagrado al mirarme. Parecía una princesa del mal, hermosa, aunque jodidamente mala.

_ ¿Dónde está Jungkook?. _ preguntó, sin dar los buenos días o al menos saludar. En eso se parecía bastante a mi jefe, eran tal para cual.

Le di una sonrisa falsa, porque al menos tenía que fingir que era educada.

_ No lo sé aún, acabo de llegar.

_ Llámalo, Jeon nunca llega tarde. _ dijo, cruzándose de brazos. Estaba preocupada, me di cuenta en ese instante. _ ¿Pero qué clase de asistente eres si no te preocupas por tu jefe?

Evité repetirle que acaba de llegar, ¿ Cómo iba a saber dónde estaba? Sin embargo, preferí no decirle nada y marqué el numero de mi jefe. Al segundo timbre respondió.

_ Señorita Kim. _ dijo, aunque su voz sonaba débil, apagada. _ Pensé que iba a llamar apenas llegara.

Puse los ojos en blanco.

_ Acabo de llegar señor Jungkook.

_ Tarde, que extraño. _ dijo, tosiendo. _ No voy a asistir hoy, no me encuentro bien.

Antes de que pudiera responder, Lisa lo hizo por mí.

_ Oh Jungkook. _ dijo, su voz chillona. _ ¿Quieres que vaya a cuidarte?

Por supuesto, ella no iba a perder la oportunidad de ir en su rescate. Lisa hacia todo lo que Jungkook le decía, si le pidiera que escalara el Everest descalza, ella lo haría sólo por amor.

_ No Lisa, no es necesario. _ dijo y casi rio al ver su mueca de decepción. _ Señorita Kim, necesito que venga a mi casa, no puedo dejar este día sin trabajar. Vamos a tener que trabajar desde aquí.

Eso me sorprendió y a Lisa también, Jungkook nunca invitaba a nadie a su casa y mucho menos a mí, su empleada.

_ Muy bien señor, en cuanto pueda iré.

DEAR BOSS ~ [JJK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora