DEAR BOSS ~ [JJK]

Capítulo 13: El Desayuno

Jungkook me tomó de la mano y salimos a escondidas por las escaleras de emergencia, la única salida que estaba alejada del resto. No quería que nadie nos viera, por supuesto, eso seria catastrófico, además, yo ni siquiera sabia qué significaba lo que estábamos haciendo. Nos subimos en su coche y condujo hacia su casa, aproveché para decirle a mi madre que me iba a quedar con mi compañera de trabajo, ella me creería sin dudar, mi cuñada no tanto.

Cuando llegamos a su apartamento, Jungkook sacó una copa de vino y bebimos en el sofá, no podía dejar de mirarlo, sin saber muy bien qué hacer. No quería irme, sabia que mañana seria todo igual, mi jefe no estaba buscando una relación y yo tampoco la quería con un mujeriego. Sacando el tema que no nos llevábamos bien, lo que acababa de pasar era solo sexo, de eso estaba segura. Decidi romper el silencio con algo que había estado matándome siempre.

_ Si te pregunto algo te enojas?. _ pregunté, mordiéndome el labio inferior.

Sus ojos se desviaron hacia allí, pero me dio una sonrisa cálida. No se veía como el jefe imbécil al que estaba costumbrada, ahora parecía mas humano, más cálido.

_ Nunca he podido enojarme contigo. _ admitió.

_ Jah, siempre estás enojado, siempre regañando y fastidiando por la mínima cosa. _ aclaré, ahora que estábamos entrando en confianza, podía decirle algunas cosas.

_ Hanna, no me has visto enojado contigo. _ aseguró, aunque no le creía nada. _ ¿Cuando llegas tarde te descuento alguna vez? Porque legalmente puedo hacerlo, lo hago con los demás empleados. _ No dije nada, porque sabia que por ese lado tenía razón, nunca me había descontado por llegar tarde, ni siquiera cuando llegué una hora después al trabajo. _ Y eres la única a la que dejo que me hable como le da la gana algunas veces, es divertido verte enojada.

Golpee su brazo juguetonamente, pero él terminó tomando mi mano y dándole un suave beso en la palma. Nos miramos, y algo en mi estomago se removió, como mariposas. No quería enamorarme de él, me negaba a enamorarme de mi jefe perverso.

_ ¿Qué era lo que querías preguntarme?

Suspiré, preparándome para hacer la pregunta.

_ ¿Por qué estás tan solo? Hoy es el
aniversario de tu empresa, y no hay nadie contigo para celebrar. Ni amigos, ni familiares, es como si hubieses venido de la nada.

Se quedó en silencio, y me sentí como una tonta por arruinar uno de los pocos momentos que pasabamos en armonía. Pero entonces, comenzó a hablar después de un rato.

_ Cuando mi madre cayó enferma, aun estaba casada con mi padre. _ dijo de pronto. Me acomode frente a él, sabia que lo que estaba a punto de contarme era importante. _ Yo tenía unos diecisiete años, y mi madre y yo éramos bastante unidos. La mayoría de mis amigos se quejaba de la mala relación que tenia con su madre, pero la mía era fantástica. No me molestaba, siempre tenía una sonrisa, jamás me juzgó y cuando hacia algo malo, procuraba resolverlo conmigo.

Jungkook no me estaba mirando, pero podía ver el dolor en su rostro. Lo entendía, después de la muerte de mi padre, sabia que aquello era un dolor que nunca se iba. No importaba cuantos años pasaran, la muerte de un ser querido era algo que siempre llevabamos dentro de nosotros. Como una piedra en la espalda, a veces se sobrellevaba mejor pero siempre dolía.

_ Siempre le dije que el cigarrillo la iba a matar y ella se reia, decía que, si iba a morir por eso, entonce lo haría feliz. _ me miró, una lucha en sus. _ Así que cuando cayó enferma, estuve con ella durante todo el proceso, en los dos años que le tomó al cáncer acabar con su vida.

_ ¿Y tu padre?. _ pregunté, curiosa porque nunca me hubiese hablado de él.

Sonrió, pero era una sonrisa sin humor.