Capítulo 2: Sueño Húmedo

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Al día siguiente, cuando me presenté en mi escritorio, el señor Jeon ya me estaba esperando, a pie de la puerta de su oficina, sus brazos cruzados sobre su pecho, mirándome. Estaba sudada, el sudor transpiraba sobre mi blusa blanca de lino y mi pecho subía y bajaba con rapidez, haciendo que él desviara su atención a ese sitio. Había estado corriendo por toda la ciudad para tratar de llegar a tiempo, pero supongo que fallé por la forma en la que me estaba mirando, más enojado de lo normal.

Miró su Rolex como siempre y me miró a los ojos.

_ Cinco minutos tarde, señorita Kim. _ dijo, sentándose al borde del escritorio. _ Ha sido una chica mala, creo que hay que castigarte

Le di una sonrisa coqueta y bati mis pestañas hacia el Extendió su mano y la tome, dejando que me metiera en medio de sus piernas. Sus labios muy cerca de los mios, su rostro a centímetros del mío, nuestras respiraciones entrelazadas. Pasé la lengua a través de su labio inferior y lo senti suspirar, pero antes de que pudiera tomar mi boca en un beso, me alejé y en cambio, susurré en su oído, como sabía que le gustaba.

_ Castigueme, señor Jeon, he sido muy mala. _ Murmure y me eché hacia tras para que nuestros labios conectaran, como siempre me gust...

_ ¡Hanna despierta!. _ gritó mi cuñada, a la realidad de repente.

Parpadee sorprendida, para encontrarme a mi cuñada casi sobre mí, mirándome con una extraña mueca en el rostro.

_ ¿Qué demonios pasa?. _ pregunté, mal humorada y un poco caliente.

Ella había interrumpido mi casi beso con el señor Jeon ¿por qué me hacía esto?

_ Estaba murmurando cosas sobre ser una chica mala y castigos. _ dijo, confundida. Colocó sus manos sobre sus caderas y me dio una mirada severa. _ ¿Has estado teniendo sueños calientes otra vez con tu jefe?.

Mi cara enrojeció, declarando mi vergüenza. Meti la cabeza dentro de la almohada y ahogué un gemido, consciente de que mi cuñada seguía viéndome. No quería que supiera que mis sueños mojados con mi jefe seguían, pero no podía evitarlos. Era un diablo, pero un diablo tan condenadamente sexy y atractivo, que de alguna manera tenía que suprimir mis sentimientos sexuales hacia él. Mis sueños mayormente trataban de besos mojados, caricias rusticas y folladas fuertes sobre el escritorio o el ventanal.

Me senté en la cama, tratando de que el calor corporal bajara de temperatura y traté de serenarme.

_ De todas formas, ¿qué es lo que quieres?

_ Ya son las ocho, creo que, si no te mueves, vas a llegar tarde

Abri los ojos sorprendida, antes de mirar el reloj de mi mesita de noche. ¡Diez para las ocho! Mierda, si no me movía, iba a llegar super mega tarde. Salté de la cama, mientras Jisoo me miraba como si de repente me hubiese vuelto loca, y comencé a buscar cualquier cosa decente para ponerme. No me daba tiempo de ducharme, buena suerte que lo hubiese hecho anoche, por lo que cepillarme los dientes y lavarme la cara tendrían que servir. Seúl era una ciudad colapsada en un buen día, iba a tardar todavía más en llegar hasta las oficinas.

Hoy teníamos una reunión importante con un cliente, el señor Edwars. Un importante súper mega millonario queria construir la casa de sus sueños en el país y habia contratado nuestra empresa para que se hiciera cargo de todo.
La reunión de hoy era para conocerlo, entablar los detalles y saber que quería del proyecto, luego, el señor Jeon y nuestro equipo tendría que trabajar día y noche para hacer que todo saliera perfecto.

Me puse una falda de tubo lápiz, una camisa blanca de lino, y mis tacones de diez centímetros. Amarré mi cabello desordenado en un moño, con algunas hebras sueltas, pero no me daba tiempo de fijarlas y apliqué un maquillaje suave y rápido, sin querer demorarme demasiado en ese paso.

DEAR BOSS ~ [JJK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora