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En un pequeño pueblo llamado Dubái hay una chica de unos quince años llamada Samantha de pelo crespo, ojos cafés y una sonrisa encantadora. Ella ha vivido toda su vida en este pueblo, es muy tranquilo y la mayoría de sus habitantes se conocen mutuamente.

Un día como cualquier otro Samantha iba hacia su escuela como siempre hacía, se va caminando ya que quedaba muy cerca de su casa.

En el camino Samantha se percató de una escena en medio de la carretera. allí había una cinta policiaca, una patrulla y una ambulancia, Samantha pensó que se trataba de un simple accidente de tráfico, quería irse pensando que fue simplemente eso, pero fue más el morbo y se acero a mirar la escena, lo que vio le helo la sangre, ahí en mitad de la carretera había una chica boca abajo, como si hubiera sido arrollada, pero no había ningún vehículo, uno de los policías giro el cuerpo de la chica sin vida y Samantha noto que faltaban los ojos de su rostro. Samantha quedó en shock. Cuando volvió a estar en condiciones salió corriendo hasta su escuela.

Se paró en la entrada respirando sofocada de todo lo que había corrido. Detrás de ella alguien le toca el hombro, Samantha reacciona asustada, voltea de inmediato y se encuentra a su amiga Sofía.

- ¿Que te pasa? ¿Estás bien? - le pregunta Sofía.

-Si lo siento es que ahora que venía creo que vi un asesinato.

- ¿Y no llamaste a la policía?

-ya estaban ahí

- ¿Qué fue lo que viste?

-le faltaban los ojos

Sofía se sorprende.

-mejor vamos a clase - dice Samantha.

Samantha y Sofía caminan por los pasillos de la escuela, aún es muy temprano y hay pocos estudiantes, cuando llegan al salón ven que son las primeras en llegar, se sientan al frente y Sofía nota que Samantha está algo Inquieta, ya que está chasqueando sus dedos constantemente.

- cálmate, todo está bien- le dice Sofía a Samantha.

Samantha da un gran respiro y esto ayudo un poco con sus nervios, mientras empiezan a llegar más alumnos y toman sus lugares en el salón, ellos hablan y ríen sin preocupación, esto calma más a Samantha.

Las clases transcurrieron hasta la mitad de la jornada cuando el anuncio de la rectora sonó a mitad de una clase, el ruido era tosco y con algo de interferencia "debido a asuntos externos, hoy se recomendó por parte de la alcaldía terminar las clases temprano", algunos gritaron y rieron, en cambio Samantha se quedó seria, sabía que era el asunto interno, eso le aterro, aunque también se sintió aliviada de no ir tan tarde por las calles del pueblo, salió con su amiga Sofia, aunque son grandes amigas, vivía cada una a un extremo diferente del pueblo, así que en la salida de la escuela se despidieron y fueron por su propio camino hasta su casa.

Samantha vio la calle por la que tenía que pasar para llegar a su casa, estaba completamente solo, ya que muchos de los que salieron se quedaron afuera de la escuela conversando y proponiendo ir a otro lado así que muy pocos estudiantes estaban yendo por la calle en la que Samantha ahora se encuentra caminando, a pesar de que todo está cayado y tranquilo, Samantha no puede resistir sentirse algo nerviosa. Caminaba con su mochila gris que se movía de arriba abajo con cada paso que daba, ya a mitad de camino sus nervios desaparecieron, todo volvió a la normalidad por ese momento.

Llego a su casa, esta es color blanco de un solo piso, en las ventanas se veían varias plantas y en la puerta la esperaba su madre Carol, Ella a no más vio a Samantha fue y la abrazo. Samantha se sorprendió al ver esa muestra de afecto de su madre

Asesino SueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora