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-pues, gracias por el desayuno, estaba muy rico - dijo Samantha.

-No es nada hija.

Samantha intentó levantarse para llevar el plato a la cocina.

-no te preocupes hija, yo lo llevo tu descansa, recuéstate.

-esta bien, creo que necesito otra cosa fría para el ojo.

-Bien te lo cambio.

Samantha le paso el pedazo de carne, Harry fue con la carne y el plato lo dejo en el lavamanos, luego llevó la carne de nuevo al congelador y sacó un pescado de este, Harry volvió donde Samantha con el pescado, una mojarra pequeña,

-aquí tienes - dijo Harry dándole el pescado - creo que debería comprar algo, para que no te pongas pescados en la cara.

-no tranquilo.

-no, si iré a comprar algo a la farmacia ¿quieres que te traiga algo?

-un ChocoRamo.

-dalo por hecho.

Su padre se paró y fue hasta la puerta, la abrió y antes de irse miró a Samantha.

-me voy, no laves ese plato, ya lo hago yo en cuanto vuelvas.

-papá, compra maquillaje mejor.

-¿que compro?

-No lo sé, no me maquillo, ahí te dirán que tienes que comprar.

-está bien.

-gracias.

Su padre salió de casa, Sam quedó sola con el pescado en su ojo, Samantha miro la hora ya casi seria la hora de irse a la escuela, pero ella se puso a ver caricaturas, hasta que tocaron la puerta, Samantha fue a abrir pensando que era su padre, ella abrió la puerta e iba a volver a el sofá, cuando se fijó bien en quién era.

-hola - dijo Thiago, mientras miraba el pijama de Samantha de arriba abajo.

-¿qué haces aquí? - preguntó Samantha, mientras se escondía detrás de la puerta, ya que estaba avergonzada de su pijama.

-Es que quería ver si estabas bien ¿por que tienes un pescado en la cara?

-Es una larga historia.

-¿estás bien?

-si es que tuve un pequeño accidente, por eso el pescado para el frío.

-creo que hay mejores maneras, pero me alegra que estés bien.

-Hoy voy un poco temprano, podemos sentarnos aquí afuera y hablar un rato.

-está bien, pero mi pijama.

-no te preocupes por eso, te vez tierna con esto y aparte ya te vi.

Samantha salió y los dos se sentaron en la parte de afuera de su casa.

-¿puedo ver? - preguntó Thiago mirando el pescado.

Samantha se quitó el pescado de su ojo.

-por dios ¿Qué te paso?

-me caí, se que suena a que no es verdad, pero lo es.

-¿enserio?

-si te lo juro.

-Bien te creo.

Samantha jamás pensó que esta simple mentira le dolería tanto, pero no tenía otra opción y como su padre dijo no mintió por completo solo dijo una parte de la verdad.

-¿y donde te caíste?

Samantha se quedó callada, no supo qué responder, hasta que pensó en algo, algo simple que no era sospechoso.

Asesino SueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora