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Harry volvió con un vaso con agua, se lo entregó a Samantha, quien lo recibió con gusto y bebió un trago de este, Harry la miraba fijamente, Samantha lo noto, así que lo miro un rato intentando descifrarlo.

-¿Cómo te sentiste allí abajo? - preguntó Harry.

-bueno, aquí entre nos - Samantha guardó silencio un minuto como si pensara en si decirlo o no - me gustó.

-Entonces creo que mi hija no es tan diferente.

-y también me gustó mucho conocerte papá.

-a mi igual - dijo Harry sonriendo.

-papá ¿A qué te dedicas? - preguntó Samantha después de tomar un sorbo de agua.

-¿Lo dices por la casa y los carros?

-pues si.

-bueno pues la verdad, todo esto es por mi padre, él tiene una gran compañía, solo que bueno él enloqueció o algo así, no pudo hacerse cargo de la empresa, así que quedó a cargo de otra persona que nombraron los accionistas y yo quedé con sus acciones y veme aquí.

-¿Que le paso?

-Nadie sabe, pero fue por mi madre, ella... - Harry miró al suelo avergonzado - ella se suicidó.

-lo siento.

-No te preocupes fue hace mucho, aún era un niño, ya pasó.

-¿Y entonces tu padre dónde está?

-Él está en un hospital mental, tiene lo mejor allá, en su situación claro está.

Harry miró la hora en su celular, eran las cuatro y cinco minutos.

-bueno creo que es hora de irnos, tu mamá va a despertar pronto, es mejor que estés en casa.

-si es lo mejor, a veces ella me despierta temprano.

-espera buscaré algo para que te cambies y nos vamos.

Harry subió hasta el cuarto que había hecho especialmente para Samantha, entró y abrió el armario, algo de lo que Sam no reviso, había muchas prendas, de diferentes estilos y tallas, al ver tal cantidad se abrumó y mejor con un grito le pidió a Samantha que subiera, los pasos de Samantha en la escalera empezaron a sonar y en cuestión de segundos ya estaba en la puerta de la habitación.

Samantha entró tímidamente.

-Sam, escoge lo que quieras, al fondo hay un baño por si te quieres bañar, yo iré a cambiarme también nos vemos abajo cuando estés lista.

Samantha miró todo el armario, estaba impresionada de tantas cosas que su padre había comprado para ella, miro detenidamente, reviso cada lugar y sacó todo lo que era de su talla, las puso sobre la cama, había vestidos, blusas, pantalones y overoles, de diferentes colores y estilo.

Samantha observó detenidamente todas las opciones que tenía y se decantó por un vestido naranja, luego fue al baño, sabía que no tenía mucho tiempo para bañarse, así que llevo su vestido con ella, ahí se lavo y limpio las partes de su cuerpo en las que tenía manchas de sangre con el agua y un poco de jabón se frotó su piel y la sangre salía de su cuerpo, miro una pequeña toalla de mano y la usó para limpiarse, luego se puso su nuevo vestido, se miró al espejo y ya era hora de que bajara.

Bajo las escaleras lentamente mirando su vestido nuevo y a su vez los escalones, al bajar al pie de las escaleras estaba su padre, con ropa nueva y sin una gota de sangre, mirándola bajar las escaleras sonrió.

-te vez hermosa - dijo su padre.

-gracias.

-Ese era mi favorito.

Asesino SueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora