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-Entrégate - dijo Carol.

-no haré eso Carol, sabes que no lo haré, lo único que puedes hacer es entregarte y no te detendré.

-Harry - Carol hizo una pequeña pausa - déjalo ir.

Ambos miraron al hombre en el sueño que lloraba de dolor y solo observaba con miedo la discusión.

-Carol, él me entregaría ¿es eso lo que quieres?

-No lo sé, pero es lo correcto.

-Es tu decisión.

Harry bajó las escaleras, no volteo a mirar atrás, solo bajo y comino hasta el jardín y continuo su cena solitario, termino de comer y con una servilleta se limpio el mentón, se levantó, caminó lentamente por el jardín observando su gran jardín y lo vacío que se sentía.

Llegó hasta la puerta trasera, la abrió entró y gritó el nombre de Carol, no hubo respuesta así que miro en todos los lugares que pudo en el primer piso y al no ver ninguna señal de ella subió las escaleras, allí encontró al hombre aun en la habitación.

-¿dónde está Carol? - preguntó Harry.

-No lo sé, ella solo se fue.

-¿dijo algo?

-dijo que no le vuelvas a llamar.

-gracias - dijo Harry sonriendo.

Harry se acercó a él y lo alzó en su hombro como si de un costal se tratara y lo llevó a la habitación donde Carol lo había encontrado hace tanto, ahí lo puso en la silla del centro de la habitación y empezó a buscar algunas herramientas.

-¡por favor, no diré nada, le dirás a ella que me dejaste ir y podrás volver con ella! - dijo el hombre rogando, pero no hubo respuesta - te lo suplico.

-no hay nada que puedas hacer ahora, es muy tarde para mi y aún más para ti.

-Nunca es tarde, enserio te lo juro, nadie sabrá esto.

-claro llegarás al hospital ¿Qué dirías?

-una trampa de eso, eso puede pasar.

-claro, mira ya tengo mucho tiempo en esto para saber que los cabos sueltos nunca son buena idea, los únicos que hay son mi familia.

-Yo entiendo, es la familia, pero aun puedes mejorar las cosas con ella, solo debes dejarme vivo.

-bien te doy la oportunidad, convence de cómo eso funcionaria.

-Bien me dejas vivir y ya.

-ay, pensé que era de verdad la oportunidad.

Harry cogió un bisturí, se vio en el reflejo de este y sonrió, luego giró y el hombre al verlo empezó a gritar a todo pulmón, el acerco lentamente hasta el ojo, pero al estar a unos pocos centímetros se alejó.

-no, hay que probar algo nuevo - dijo Harry mientras pensaba e imaginaba todas las formas en las que podría hacerle al cuerpo de ese hombre.

-mira en serio, hagamos algo, escúchame.

-te escucho.

-me mantienes con vida, me mantengo aquí, puedo ser el de limpieza lo que sea y me tienes aquí, viene tu novia y ve que me perdonaste la vida y todo vuelve a la normalidad.

-Sabes, no es mala idea, no es para nada una mala idea, aunque creo que tiene un pequeño error.

-¿Qué error?

-¿por qué confiaría en ti? supongo que en cualquier momento te podrías ir de aquí.

-encadéname lo que sea, pero no me mates.

-¿prefieres una vida de esclavo?¿por qué?

-Es que mi hijo, me espera y si muero perderé la posibilidad de verlo, aunque este vivo tendré mas posibilidad de verlo.

-bueno, esto empieza a tener sentido ¿Cómo te llamas?

-Me llamo Camilo.

-bien camilo ¿Cómo se llama tu hijo?

-se llama Juan David.

-¿Qué edad tiene? - preguntó Harry mientras caminaba lentamente alrededor de Camilo.

-Tiene diez años.

-¿vive en Marsella?

-si, de verdad somos muy cercanos.

-Bien dame tu dirección.

-¿que? ¿por qué?

-Solo dime tu dirección, no estás mintiendo ¿o si?

-no claro que no ¿le harás daño?

-me ofende tu pregunta, solo quiero comprobar tu historia, si quieres puedes venir.

-si claro.

-espera aquí.

Harry fue hasta abajo en la gran cocina y buscó específicamente uno de los cajones, donde estaba lleno por completo de medicamentos y cogió unos analgésicos, sirvió un vaso con agua y subió corriendo las escaleras.

Harry entró con el vaso en su mano, le extendió la mano hacia Camilo, este le recibió su mano temblaba de los nervios, luego le dio las pastillas, él en un inicio miro raro con desconfianza.

-tranquilo, te ayudará con el dolor - dijo Harry.

se tomó las pastillas, Harry le recibió el vaso y salió, fue por un botiquín y luego volvió, empezó a lavar y desinfectar la herida, luego con una venda intentó cubrir la idea, no le quedo muy estético, pero según Harry cumplía con su función.

-bien bajemos, iremos a ver a tu hijo y si todo es verdad haremos tu plan.

Luego le ayudó como apoyo para que bajara con sus propios medios las escaleras, lo hicieron lentamente, abrieron la puerta que daba al garaje y Harry caminó lento hasta el automóvil blanco, le ayudó a entrar en el asiento del pasajero a Camilo y dio la vuelta rápidamente corriendo y entró al auto.

En cuanto entró abrió la guantera y sacó un arma de esta.

-bien estas son las reglas, si no quieres que te meta un tiro, no vas a gritar ni decir nada, no vas a hablar con nadie que no sea yo ¿entendido?

-si claro que si.

Harry puso el arma a un costado de Camilo, apuntándole en el estómago.

-Mi arma va mantener en este lugar, así que no quiero que te pases de listo, porque si haces el mínimo movimiento, dices algo de lo que está pasando aquí te mueres.

Camilo trago saliva y Harry arrancó el coche, las puertas del garaje se abrieron y el auto salió, empezó conducir por las calles de Dubái.

-¿y qué pasa entre tu y Carol? - preguntó Camilo.

-fuimos pareja.

-¿y que paso?

-me descubrió.

-podrías ser mas especifico.

-qué quieres que me afloje ¿piensas que así te vas a escapar?

-Es un largo viaje, solo quiero hacer algo de conversación y ya que me mantendrás vivo podemos conocernos un poco más.

-eso está por verse.

Asesino SueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora