Después de la marca [Hyunho]

Capítulo 7

El alfa le regaló una sonrisa más, era interesante aquel omega. Pero era una lastima que ya hubiera entregado su corazón a alguien más.

—Sigo pensando ¿el por qué?— la calmada voz del alfa hizo a Yongbok levantar la mirada, "¿Mm?" Fue la contestación del omega al estar tan perdido en el mismo —Hablo de tu alfa— el omega asintió, la verdad era que solo había hablado de eso una sola vez en una cita. Era incómodo —¿Cómo puede ponerte en esta situación? Es un idiota.

—El señor Seo, tal vez y tuvo alguien a quien amar y yo me interpuse en medio— Jisung asintió ante tal información.

—Eso es lo que tú piensas ¿No es así?— la pregunta descolocó a Yongbok, pero aún así asintió demostrando la inseguridad que cargaba. —Deberían de hablar, no es posible que en todos los años que estuvieron juntos él no te haya botado, mientras dice que te quiere lejos de él.

Unos minutos de silencio fueron la contestación que necesitaba el alfa, solo eso basto para saber que si marcaba a Yongbok arruinaría dos vidas.

—Tengo que irme— el omega ignoró todo aquello, ya no quería tener esperanzas que al final lo terminaban lastimando aún más, se levantó. Estaban en un restaurante familiar, justo el que había pedido —Fue un gusto conocerle, me retiró.

—¿Viene por ti?— preguntó el alfa con una sonrisa comprensiva sabiendo que tan perdido estaba el menor en sus pensamientos, Yongbok negó —Te llevo— sin más solo se levanto y jaló de la mano del omega. El menor no dijo nada, tal vez y él fuera quien realmente quisiera hacerse responsable de él.

—¿Quieres?— preguntó tan pronto estuvieron los dos en el auto, extendió una barra de chocolate la cual el omega miró, pero rápidamente la tomó. No tenía por qué desconfiar del alfa.

El viaje fue silencioso, alguna canción tranquila pasaba por la radio pero realmente el menor no escuchó nada de la letra.

—Fue un gusto conocerlo señor Han. Espero y pronto nos volvamos a ver, me gustó la salida y usted fue muy amable conmigo— Yongbok hablaba con una sonrisa, pero su voz temblaba. Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas ¿Por qué no podía enamorarse de alguien como él? ¿Por qué no pudo hacerlo? ¿Por qué el tiempo fue tan egoísta?

—El placer fue todo mío lobito bonito— El alfa esperó a que el omega entrará a su casa.

Sonrió en ese momento y arrancó, tal vez sí fue un error lo que había hecho, pero realmente él pensaba que aquello pareja podía tener algo más. Es por eso que el chocolate traía droga la cual ayudaría al omega adelantar su celo

—¿Por qué has dejado a ese alfa venir a dejarte?— la fría voz de Changbin repentinamente le hizo enojar.

—¿Importa acaso?— preguntó brusco.

Sintió como su alfa enredaba las manos sobre el cuello de la camisa y lo empujaba con fuerza contra la pared de la cocina —¡¿Cómo te atreves?!— trataba de mantener la calma,

—¡Suéltame!— gruñó, las manos de Changbin pronto se convirtieron en una la cual sostenían ambas manos.

—No me gusta ese olor— ignoro las palabras anteriores para comenzar a inhalar el aroma de su omega, le molestaba el aroma del otro alfa —¡No me gusta!— volvió a gruñir para comenzar a quitar el suéter, Yongbok comenzó a negarse moviéndose de un lado a otro.

—¡No!, ¡Suéltame!— trató de quitar el agarre de sus manos, pero cada vez se hacía más fuerte. Mientras que una rodilla de Changbin se encontraba entre sus piernas impidiendo que las utilizará para escapar.

Una vez la piel desnuda el alfa comenzó a chupar y lamer. Le encantaba a su alfa sentir a Yongbok, a su omega completo, pero era una lastima que ambos fueran tan estúpidos.

El menor dejó de poner resistencia, el celo lo estaba cegando. A pesar de ser brusco y un poco duro le estaba fascinado, al omega en cierta manera le encantaba eso de su alfa, su personalidad sería y un tanto arisca para cuándo llegara su celo fuera dominante terminado dulce.

—Mío— reclamó en el cuello del omega.

—Tuyo, alfa— entre leve jadeos contestó.

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—¿No ves un poco extraño a Minho? ¿Acaso te habrá escuchado?— preguntó el menor tragándose el nudo en su garganta, se sentía culpable por el estado del castaño. El joven alfa solo podía mirarlo con tristeza.

El omega limpiaba la barra de la cocina, parecía tan perdido en sus pensamientos.

El gruñido molesto de Hyunjin hizo que regresara su mirada a su hermano —No me importa.— habló sin interés, el menor suspiró para ponerse de pie y ver a Minho en su mundo.

—¿Necesitas ayuda en algo?— El castaño levantó la mirada y le dedicó una sonrisa casi invisible. Negó con la cabeza y fue hacia el fregadero, tenía cierta necesidad su omega de olvidar como aquel niño besaba a Christopher.

—Si quieres yo puedo hacerlo— Minho miró a su cuñado para volver a negar, no necesitaba ayuda en ese momento. Él quería ser ignorado como siempre, en ese momento no se sentía bien.

Pero el pequeño alfa era terco, tomó las manos del mayor. Mala elección, al estar aún resentida la parte animal del contrario.
Jaló sus manos con fuerza haciendo que algunos trastes que en ese momento se encontran secando terminarán en el piso, ocasionando que un vaso se impactará en el pie del omega.

—¡MINHO!— gritó Seong, por el grito y el dolor hizo dar algunos pasos hacia atrás enterrando parte de los trastes en sus pies —Para omega— gritó sin saber que más hacer.

—¡¿Pero que rayos?!— entró Hyunjin molesto, pero al ver la sangre salir por debajo de los pies de su omega, lo hizo reaccionar mal —¡ERES UN INÚTIL! ¡QUÍTATE DE AHÍ!— gritó molesto mientras jalaba al castaño, el dolor se incrementó para los pies del Minho. Mientras el alfa encaraba a su hermano él cual aún veía como el omega temblaba.

—¡Maldito imbécil!— gritó el menor.

—¡TE DIJE QUE LO DEJARÁS! ¡NO TIENES PORQUE PROTEGERLO!— lo tomó del cuello.

El castaño no supo ni el por qué, pero aún con los pies lastimados camino hacia ellos, haciendo que se enterraran más y obteniendo nuevos.

Tomó a Hyunjin del hombro haciendo que lo mirará.

—Por favor, no— movió sus labios para que pudiera entender.

Hyunjin lo miró unos instantes, para soltar el cuello de su hermano.

—Sube— se arrodilló para poder cargarlo —Estas tan pesado y grande que no creo poder aguantarte.

—Estúpido— murmuró su hermano. Era normal siendo ambos alfas tener ese choque muy seguido.

Hyunjin se llevó a Minho a su habitación, necesitaba curar los pies del menor.

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Hyunjin había salido de la práctica de basquetbol, como siempre se iba por aparte. No le gustaba ducharse con los demás, le daba cierto asco los baños de la escuela a pasar de estar siempre limpios.

Miró como aquel omega se le acercaba, Minho siempre había sido tratado como el fenómeno de la escuela. Omega, hombre y aparte mudo; un blanco fácil para cualquiera.

Venía con cierto sonrojo, su uniforme bien acomodado mientras inflaba sus mejillas.

Hyunjin lo miró de arriba abajo con desprecio, no podía sentir algo más hacia él. A pesar de su fuerte y dulce aroma que lo inquietaba.

Paso a su lado, trató de hacerlo rápido pero la mano del omega lo detuvo, en un movimiento brusco quito su agarre haciendo el corazón de Minho añicos.

—No me toques fenómeno—habló con mucho desprecio y enojó, dió marcha mientras sacudía donde el omega había tocado. Perdiéndose a la vista de la menor al dar vuelta por el pasillo.

Por otra parte, lágrimas comenzaron a caer por las mejillas del castaño. No entendía por qué la luna había sido tan cruel.