Capítulo 9

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⚫Los omegas varones no tienen derecho a existir

⚫ Los omegas varones son una abominación

⚫Los omegas varones ni siquiera son omegas, son fenómenos.

⚫Solo deberían de existir las omegas.

⚫Todos los que van en contra de la naturaleza deben morir.

Con estás y aún más reglas Hyunjin fue criado, desde muy chico. En su clan le enseñaron que su esposa debería ser una hermosa omega de grandes pechos y cintura ancha, además de una hermosura inigualable. Que las betas eran las prostitutas que ayudaban los primeros celos y cuando la omega no complacía lo suficiente.
Que debía de ser un alfa grande e imponente, uno que llevara la cabeza de su casa.

Pero velo aquí, sentado en el comedor de la cabaña donde vivía, escuchando el para nada simulado hablar de su suegra, además de las mil veces que decía a su hijo que se fuera con ella, acompañado de los miles de insultos que la omega decía hacia su persona.

Los días en su clan estaban más que presentes en su memoria, sintiendo asco por quién marco como suyo, teniendo arrepentimiento continúo por el compañero que decidió tener.

—Si necesitas algo mándame un mensaje no importa la hora y que sea, yo lo traeré— escuchaba a su suegra despedirse, era gracioso pensar en las formas de hacerla enojar como pedirle unos condones a media noche.

Vio como la omega bajaba e iba hacia la cocina, escuchando como lavaba los trastes dónde antes le dió de comer a Minho y salió sin despedirse.

Su risa inundó la sala, espantando al jóven alfa quien permanecía en silencio a lado de su hermano.

—Ire a ver a Minho— informó el joven alfa, listo para ir a la única habitación de la casa. Pero fue detenido por su hermano quien lo regreso a sentarse.

—Mamá vendrá por ti pronto, empaca todas tus cosas— demandó, Hyunjin permanecía igual que siempre; indiferente, viendo a su hermano incomodar.

—¿Por qué la llamaste?— preguntó con enojo, le molestaba que Hyunjin fuera así.

—No debes meter tus narices en una pareja, ni mucho menos la mía— Gruñó molesto, el alfa menor arrebato la mano que era sostenida por su hermano.

—Yo no me estoy metiendo en tu relación— regresó el gruñido después de defenderse. El mayor le sonrió con burla.

—Creo que a nuestro padre no le gustará que andes detrás de un omega varón... ¿Cómo se llama?— chantajeó, viendo cómo la cara de su hermano perdía color lentamente —¿Hyukbin?

—Hyunjin— murmuró, tenía bastante miedo de las consecuencias y sabiendo lo maldito que era su hermano no dudaba que el rumor llegaría a su progenitor.

—Empaca— Mandó. Sin más se apresuró a llegar a su habitación, viendo cómo Minho estaba sentado en la orilla de la cama, dándole la espalda. El sillón que pertenecía al omega se había encargado de destruirlo por lo cual pronto sería leña. —Omega— por otra parte Minho tembló al llamado. la platica de su madre omega aun estaba en su cabeza y difícilmente la sacaría de su ser.

El castaño lo volteo a ver con una sonrisa, el alfa lo miró atentamente hasta ver que aún con dolor se levantó y camino hacia un armario dentro de la pared, sacando algunas colchas suyas y una almohada.

—Omega— gruñó molesto, sin permiso tomó de su mano y lo lanzó a la cama, seguido de subirse encima de él. —Aquí dormirás, este es tu lugar.

"No" se mostró en los labios del castaño, trato en vano en levantarse. Pero aún siendo casi del mismo tamaño que Hyunjin por naturaleza no le ganaba en fuerza. "Hyunjin" lo miró con súplica, más a el alfa le encantaba eso. El pecho del mayor se calentó en muestra de aprobación de su alfa.

Hyunjin tomó el rostro de Minho, ambos cachetes estaban en sus manos. Era la primera vez que sentía la suave piel de su omega, aún con aquellos ojos llenos de terror y tristeza eran hermosos, su boca con forma de corazón fue a sus ojos la más hermosa que había visto.

Minho mantenía sus manos en el pecho de Hyunjin tratando de empujarlo, aunque esto al mayor no me impidió probar sus labios. Un beso suave que pronto se volvió brusco. El pelinegro estaba fascinado mientras que el menor sentía un nudo en su estómago, sin saber cómo reaccionar.

Hyunjin se detuvo un momento, incorporándose aún arriba de la pelvis de su omega. Su mano descarada se metió debajo de la playera de Minho tocando la piel tan blanda, llegando a los pechos. Comenzó a amasarlos con descaro, los suspiros del omega le hicieron sentir orgulloso, pero una idea que se le cruzó por la cabeza le hizo volver loco.

Aquellos pechos serían los que le darían de comer a sus cachorros, los ojos de Hyunjin por un momento brillaron al imaginarse unos cuantos niños corriendo y jugando de aquí por allá. Volvió a besar a Minho complacido pensando esas ideas locas haciendo vibrar su pecho.

—Hyunjin, cielo— se escuchó la voz de la señora Hwang, interrumpiendo un momento tan confuso para ambas partes.

—Maldita bruja— murmuró Hyunjin aún sabiendo que la omega podía escucharlo perfectamente, miró la cara de asombro de Minho al sentarse y mirarlo de esa forma por como se dirigió a su suegra —¿Qué?— preguntó tosco, para con algo de fuerza lanzarlo cayendo de espaldas a lado de la cama —Espérame en la sala— gritó a su madre.

—Si— se escuchó un murmuró por parte de la omega, ella sabía lo que sucedía detrás de la puerta y se preocupaba por el joven omega. Ella lamentaba haber suplicado a su hijo salvar a Minho. Mientras que comprendía que tenía que sacar a su hijo menor de esa casa.

—Descansa, y olvida lo que pasó. Sigues dándome asco— habló seco para salir rumbo al baño.

Por otro lado, Minho se hizo bolita sobre la cama, lamentando una y otra vez haber caído en el plan del destino.

~Después de la marca~

Yongbok aún no asimilaba lo que había pasado, llevaba cuatro años viviendo con su alfa y está era la primera vez que pasaban un celo juntos.
Cuando lo marco fue su primer celo. Aunque no tuvieron relaciones esa vez, Changbin lo marco innumerables veces y fue muy posesivo. Siendo este el único del pasado que podía decir el omega que "pasaron juntos".

El corazón del menor seguía revoloteando por la fuerte emoción que sentía su animal interno, las sábanas aún seguían sobre su piel y eran las que protegían su desnudes. Las abrazo fuerte y pensó que su sufrimiento acabaría ese día.

—Despertaste— habló el alfa para abrirse camino frente el espejo del closet, el omega sintió un hueco en su corazón al verlo vestido listo para el trabajo cuando se supone tendría que quedarse y lo tenía mimar aún más —El desayuno está en la mesa. Apúrate que tienes tarea que hacer— mandó el alfa, Yongbok permanecío en silencio —Mañana tienes otra cita, tal parece que es un muchacho de tu edad— habló feliz Changbin, destrozando el corazón de su omega.

—Vete— murmuró Yongbok.

—¿Qué?— preguntó incrédulo ya que había escuchado perfectamente.

—Vete— volvió a repetir el omega —¡Vete! ¡Lárgate! ¡No te quiero ver!— gritó a todo pulmón mientras lanzaba las almohadas hacia su alfa.

El mayor se comportó mientras todos los proyectiles lo golpearon, suspiró en resignación —Es por tu bien— sin más salió dejando al menor aún más roto de lo que ya estaba.

—Eres un maldito— susurró. Así paso todo el día. Llorando, lamentándose, sin comer ni tomar agua. Durmiendo más de lo necesario y volver a llorar.

El rechazó con marca de por medio era una completa tortura.

Después de la marca [Hyunho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora