DUELE AMARTE | GAVI

08: "Volver a entregarnos al amor"

-¿Si tuvieras que pedir un deseo ahora mismo, cual seria? -pregunto el mientras ambos ya desde su habitación miraban a la Torre Eiffel mientras se abrazaban-
-¿Que deseo pediría ahora mismo? -repitio mar pensando en su respuesta- ¿Sabes que pediría? -pregunto ella ahora a pablo-
-No, pero si puedo concenderlo lo haría sin dudarlo dos veces.

Mar sonrió, otra sonrisa sincera entre tantas que Pablo le había robado aquella noche.

-Volver a entregarnos al amor -las palabras de mar salieron con tanta seguridad que sorprendieron por completo al sevillano quien se esperaba todo menos escuchar esas palabras-
-¿Y entonces porque estamos desperdiciando el tiempo? -respondió el con firmeza-

Ambos se deseaban y mucho, hace tiempo que no se tocaban, hace tiempo que no se entregaban uno al otro, volver a estar juntos para ellos se sentia como si aquella vez que se entregaron por primera vez convirtiendose en uno estuviera a punto de repetirse, eso era lo que ambos sentían en su interior.

Pablo tenía en claro que debía tratar la situación con calma, se trataba de hacerle el amor a su esposa, de volver a hacerla explotar de placer, de volver a hacer que el cuerpo de Mar vuelva a reaccionar ante el, ante su tacto, de que ella se sienta cómoda y disfrute del momento.

Con delicadeza la tomo del rostro y unió sus labios en un beso cálido pero a la vez intenso.

En cuanto sus bocas decidieron soltarse se levantaron del sillón donde se encontraban sentados y entraron a la habitación.

Los nervios en el estómago de Mar se hicieron presentes tanto que el se dio cuenta y sonrió ante la cara tierna que había puesto la rubia.

-Mar, si no te sientes segura aún de hacerlo no lo hacemos ¿vale? no estas obligada a hacer nada que no quieras amor -hablo con ternura pablo frente a ella acariciando con suavidad su mejilla-
-¿Como podría no estar segura de entregarme a la persona que amo? -replico ella tomándolo del rostro y acercándose a el- solo son nervios, tengo miedo de hacerlo mal -confesó sobre los labios de pablo-
-Solo déjate llevar por mi, amor.

Respondió el antes de atacar su boca besandola esta vez con más fogosidad, haciendo que el ambiente se prenda, como sus cuerpos al sentirse tan cercanos otra vez.

Mar no dudo en envolver su cuello con sus brazos mientras que con sus manos daba suaves caricias sobre su pelo y el tampoco lo hizo al momento de bajar sus manos para colocarlas en la cintura de la rubia presionando más su cuerpo contra el de el.

Mar cerró los ojos y solto un jadeo que no pudo contener en cuanto los labios de Pablo dejaron su boca para comenzar un recorrido de besos humedos por todo su cuello, besandola con delicadeza y logrando efectivamente que todo el interior de Mar reaccione ante el.

Mientras la boca de Pablo no dejaba de recorrer lentamente cada centímetro de la piel de Mar, ella guio sus manos a su camisa donde desabrocho los botones dejandole apreciar el abdomen de Pablo, adbomen que acaricio con suavidad.

Acto seguido mirandola a los ojos fue el está vez quien con sus manos bajo las tiras de su vestido provocando que este caiga al suelo dejando al descubierto el cuerpo casi al desnudo de Mar ya que solo debido al escote del vestido traía solamente una braga de color blanco que cubría su intimidad.

Para Mar fue inevitable sonrojarse sobre todo al ver como Pablo recorría su cuerpo entero con la mirada.

Mientras ella moría de vergüenza el solamente estaba apreciandola, disfrutando de las vistas, en su cabeza no podía dejar de repetir "ella es perfecta" la seguía deseando como la primera vez, la seguía viendo como si fuera arte, como siempre lo hizo.