DUELE AMARTE | GAVI

49: "Resultado positivo"

Dos semanas habían pasado desde aquel último encuentro de Mar y Pablo.
Dos semanas en la cual ninguno de los dos había dejado de pensarse.

Dos semanas desde aquella despedida sincera de ambos.

Sus ritmos de vidas y sus rutinas cotidianas siguieron de igual forma, pero esta vez sin llegar a casa y tenerse el uno al otro mutuamente.

Mar cumpliendo con su labor y a su vez engañandose a sí misma.

¿Porque engañandose?

Porque a pesar de que vivía con su cabeza en Pablo se engañaba a sí misma convenciendose de que en algún llegaría a sentir por Eric lo que aún siente por Pablo, quizás pueda lograrlo o quizás no.

Todos los sentimientos aún seguían estando, todo el amor, todos los recuerdos y los momentos juntos, todo aún pertenecía en ella, pero tenia bien claro que solo debían mantenerse en lo que eran: recuerdos y momentos que ya no volverán a repetirse.

Por otro lado, se encontraba el, Pablo.

Al igual que Mar el no había dejado de pensar en ella, ni un solo minuto, todo de ella estaba grabado a fuego vivo en su corazón al igual que en su vida.

Ya había pasado tiempo desde que se separaron pero aún asi no terminaba de acostumbrarse al vacío que provocaba la ausencia de Mar al no tenerla junto a él.

A diferencia de ella quien intentaba encontrar en otra persona ese amor que había perdido, el decidió mantenerse solo, no queria a nadie más, no iba a abrir las puertas de su vida y de su corazón a ninguna otra persona, lo tenia muy claro.

Ambos habían decidido soltarse para continuar sus vidas, dándole un punto final a su historia en una despedida sincera que significó mucho para ambos, pero lo que no sabían es que aquella despedida, no seria solo eso, sino que significaria mucho más, porque aunque ninguno de los dos lo esperase el fruto de su amor de aquel dia llegaria como una noticia inesperada a unirlos otra vez, manteniendo sus caminos y destinos juntos por el resto de sus vidas.

•••

La puerta de la habitación en la que se encontraba Mar aquella mañana sono, luego de un "adelante" por parte de la rubia sería Eduardo quien ingresaría junto a Isabel la doctora personal de la familia Piug.

Luego de varios días sintiéndose mal esperando a que solo pase sin obtener resultados de mejoría con la insistencia de Eduardo y Clarissa, Mar finalmente decidió acceder a que hoy Isabel se encontrara en la mansión para chequearla y darle una respuesta concreta a aquello por lo que se encontraba atravesando.

-No voy a quedarme aquí como un estorbo -hablo eduardo- las dejo solas -agregó sonriendo para luego salir de la habitación-

Mar solo asintió y decidió poner su atención en Isabel quien tomo asiento a un lado de su cama mientras tomaba de su bolso los intrumentos que necesitaría para revisarla.

-¿Como estas Mar? -pregunto la mujer con una sonrisa mirando a la rubia-
-Fatal -respondió mar siendo sincera-
-Estas un poco pálida, se nota en tu rostro cariño -comento isabel levantandose de su asiento- voy a pedirte que te sientes en la cama para realizar los chequeos rutinarios. ¿Vale?

La rubia asintio obedeciendola y se sentó sobre su cama.

Pero mientras Isabel realizaba su trabajo sintiendo los latidos de su corazón con el estetoscopio ella no podía evitar sentir nervios, lo peor es que ni siquiera sabía porque.

-¿Puedes contarme cuales son los síntomas que tienes? -pregunto curiosa la doctora al ver que los síntomas vitales de la rubia estaban en perfectas condiciones-
-Hace varios días me siento decaída, sin ánimos de nada, sumado a eso siento todo el tiempo ganas de vómitar, siento mareos, nauseas y debilidad en todo cuerpo -respondió mar sin darle tanta importancia a lo que eso significaría-
-¿Sientes algún tipo de dolor? -pregunto isabel luego de escuchar sus palabras ya teniendo un índice de lo que podria ser-
-No, dolor no -respondió mar-
-Vale, tus valores cardíacos están perfectos. Voy a medirte la temperatura y luego tomaré una muestra de sangre para analizar si se trata de algo más, como un virus u otra cosa que a simple vista yo no pueda detectar. ¿Vale?