24: "Perdón"

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Una noche más en el nuevo Camp Nou y un nuevo clásico para el Fútbol Club Barcelona quien como estos últimos dos años se encargo de humillar al Madrid ganandoles esta vez 2-1.

Un estadio repleto de personas, cargado de emociones y de sentimientos, lo que todos estaban viviendo en aquel momento era único, pero más aún para cuatro corazones, cuatro mentes y cuatro personas en especial.

Esa noche se encontraban los cuatro, viviendo todo de una manera completamente diferente al resto, sumergidos en sus pensamientos, con sus ojos en el campo o tal vez no tan así.

Morena, quien se encontraba sentada en el banco de suplentes junto a los demás prepadores físicos y también jugadores, no despego sus ojos ni un solo segundo observandolo a él, su trabajo era observar a cada uno de esos once jugadores pero no podía evitar seguir cada paso que daba el número seis.

El era esa persona que por durante años deseo conocer, esa persona que durante años le robo el sueño, esa persona de la cual se enamoro y hoy para su suerte lo tiene tan solo a metros viéndolo hacer lo que ama, viéndolo triunfar una vez más, aunque desde su lugar solo obtenga de su parte indiferencia y rechazo, siendo otra persona la que se lleva todos los atributos por parte de ese sevillano que se robo por completo su corazón.

Por otro lado Eric, quien siempre fue un auténtico culer asistió esta noche al Camp Nou para poder disfrutar del clásico junto a su hermano Javi, su cuñada Nadia y su novia para luego al ingresar e ir hacia sus lugares encontrarse en la zona vip justo detrás del banco de suplentes con Valentina, los padres de Pedri y su hermano Fer con los cuales ambos Buyer tenían una relación muy cercana.

Pero a pesar de intentar centrarse en el partido y que sus ojos solo miren a su acompañante, a su novia, la persona que lo acompaño durante este último año, fue imposible lograrlo porque toda su atención se la llevó una rubia, la cual se encontraba a tan solos unos metros de el, portaba una sonrisa deslumbrante en su rostro lo cual lo alegraba pero a la vez su corazón ardía y dolía al verla apreciar a su esposo dentro del campo, mirándolo con ese brillo especial en los ojos, luciendo su camiseta con su dorsal y estando feliz junto a la familia del sevillano, su sonrisa era por y solo para el.

Mar quien luego de varios días hundida en la tristeza, en el dolor e en la incertidumbre de no saber si el momento de decir adiós a la persona más importante de su vida había llegado o sólo sería esta vez un obstáculo más que la vida les pondría a ambos.

Fueron días difíciles, días duros, algunos de ellos sin Pablo y otros con el tratando de sanarse mutuamente.

Rodeada de la familia del sevillano sonreía observandolo, su corazón vibraba cada vez que el se giraba para verla y sonreírle.

Pero a pesar de que toda su atención sólo estaba en el no podía ignorar el echo de sentir como una mirada la atravesaba incluso logrando ponerla nerviosa en más de una ocasión, sabía que Eric estaba ahí, pero por alguna razón no fue capaz de poder mirarlo, sabía que debía agradecerle por lo que había echo, el gesto que tuvo con ella fue hermoso pero de solo pensar en cualquier acercamiento con el su interior se revolvía ya que muy en el fondo por más que intente ocultarlo recuerda muy bien aquellas sensaciones raras que sintió al tenerlo tan cerca como esa noche en el cumpleaños de Valentina, en la oficina y luego cuando el acudió a verla.

Por último Pablo, quien se robaba los suspiros de Mar y Morena al igual que los celos de Eric.

Su corazón desprendía felicidad por estar a punto de ganar otro clásico, de mantener el invicto, de sumar 12 puntos más de ventaja en La Liga y sobre todo por tener a Mar en las gradas apoyándolo, viéndolo, para el tenerla a ella esta noche lo era todo.

DUELE AMARTE | GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora