55: "No tengo autocontrol cuando se trata de ti Mar"

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El resto de la cena trascurrio con normalidad, sonrisas, miradas y sobre todo demasiados sentimientos que florecieron en sus interiores debido a la hermosa velada al igual que momento que se encontraban viviendo ambos a solas como hace tiempo no lo estaban.

-Ven aquí -hablo pablo haciendo un movimiento con su brazo llamando a mar para que se ubicará a su lado-

La rubia no dudo en sonreír y hacer caso al pedido del sevillano para luego de levantarse de su lugar acercarse a él para terminar sentada sobre su regazo.

Rodeo con sus brazos el cuello de Pablo mientras ambos se apreciaban mutuamente mirándose a los ojos.

Fue el sevillano quien tomo la iniciativa y llevo su mano al rostro de Mar para atraerla a el, segundos después, cuando la lejanía entre ambos se rompió Mar cerro los ojos apoyandose sobre la frente del mismo con suavidad esperando el momento en el que Pablo decida juntar sus labios por tercera vez en lo que iba de noche.

Y no, no tuvo que esperar mucho para que eso sucediera debido a que segundos después sin poder aguantar la tentación Pablo toco con suavidad sus labios uniendolos nuevamente.

Un beso pacifico, lento y sobre todo cargado de sentimientos, mientras sus bocan se probaban mutuamente saboreandose al igual que disfrutando de aquel beso.

Ambos fueron relajándose hasta caer sobre los almohadones y la manta que cubría el césped, Mar río provocando demasiada ternura en el sevillano mientras se movía debajo de su cuerpo en el que quedó atrapada.

Sus cuerpos hablaron por ellos cuando la cercanía despertó ganas de mucho más que unos besos, sobre todo cuando Mar relajada abrió las piernas dándole paso a Pablo a acomodarse mucho mejor sobre su cuerpo mientras el seguía devorando sus labios hasta bajar para comenzar a esparcir besos humedos por todo su cuello y clavícula dejandola casi sin aliento.

Con la respiración agitada al igual que con ganas de más Pablo se separo de Mar para mirarla a los ojos y hablar.

-Si no me detienes ahora, no creo que luego pueda hacerlo. No tengo autocontrol cuando se trata de ti Mar -confeso manteniendo su mirada fija en los ojos azules de la rubia mientras ella lo miraba de la misma manera-
-No quiero que lo hagas -respondió en un hilo de voz- pero debes ser cuidadoso, podemos hacerle daño al bebe -agrego con una sonrisa timida-
-No hace falta que lo digas Mar, lose -respondió el- lo que menos quiero es hacerte daño otra vez y mucho menos ahora a nuestro hijo -mar sonrió-
-¿Tienes preservativo? -pregunto mientras rodeo con sus brazos el cuello de pablo propiciando suaves caricias sobre su piel con sus manos-
-No, no aquí, joder, lo he olvidado -respondió preocupado el sevillano-

Mar sonrió debajo de el.

-No te preocupes amor -respondió sin saber lo que aquella última palabra provocaría en el sevillano al escucharla- solo trata de terminar fuera. ¿Vale? A menos que quieras un niño más -agrego con ironía-
-La idea no me desagrada amor -respondió remarcando la última palabra- eso me haría aún más feliz -agrego para luego acercarse a ella y volver a atacar sus labios-

Luego de varios minutos besándose Pablo dejó los labios de Mar atras para comenzar un recorrido de besos humedos por toda su piel hasta llegar al escote de su vestido donde luego de mirarla a los ojos y sonreír paso su lengua por el medio de sus pechos logrando que Mar suelte un gemido arqueando la espalda ante su acción.

-Joder Pablo, si así empiezas -hablo agitada- vas a volverme loca -agrego viendo al sevillano aún en el medio de sus pechos-

Una sonrisa se formó en el rostro de Pablo al escuchar aquellas palabras, a pesar de que debía ser cuidadoso quería hacerla gozar y sabía muy bien como hacerlo.

DUELE AMARTE | GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora