Katherine pierce

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T/N Johnson

Tennessee 1903

-Por favor padre, no dejes que me case con ese hombre- le suplicaba con mi rostro bañado en lagrimas.

-Entiendelo de una vez por todas, es por tu bien y el de la familia, es un hombre de dinero y si te casas con él podremos salvar la empresa -en su rostro no había ninguna expresión.

-Ese hombre tiene 45años y yo solo tengo 20, ¡Le estas vendiendo tu hija a un maldito cerdo!¡Sabes cuantas cosas horribles dicen sobre él en el pueblo!- le grite llena de furia y decepción por saber que a mi padre le importaba más la maldita empresa que su propia hija.

-¡PREFIERO MIL VECES ESO A QUE SEAS LA MALDITA DESHONRA DE ESTA FAMILIA!- su mirada en estos momentos solo demostraba repudio y asco así mí- Creías que no me iba a dar cuando de tus encuentros con aquella mujerzuela.

-esa mujerzuela como tu la llamas logro que sintiera cosas que nunca sentí con ningún hombre, con solo mirar sus ojos siento que me pierdo en ellos hace que me olvide de la mierda de familia en la cual vivo, me enamore de ella como no te imaginas y prefiero ser la maldita deshonra de tu jodida familia que casarme con ese desgraciado- en el momento que termino de hablar siento un fuerte escozor en la mejilla y el sabor metálico en mi boca.

-Escucha muy bien lo que te voy a decir porqué no voy a volver a repetirlo, vas a casarte quieras o no y vas a olvidarte de esa mujer a como de lugar aunque sea a golpes, porqué nunca más vas a volver a verla- y sin más empezó a golpearme.

Cada golpe era peor que el anterior y aunque intentara cubrirme no serviría de nada, lo último que recuerdo antes de perder la conciencia fue que dijo- esto te servirá para que aprendas a ser una verdadera mujer.

*al siguiente día*

Katherine Pierce

Estaba esperando a t/n en nuestro lugar de encuentro, pero ya lleva más de una hora de atraso y estoy empezando a preocuparme ya que nunca se había demorado tanto. Después de esperar un rato más decido ir a su casa.

Al llegar a su casa tocó la puerta y me habré su padre.

-¿Qué haces aquí en mi casa?- su rostro me mira con odio.

-Vengo a ver a t/n.

-no vas a volver a ver a mi hija, por tu culpa ella está confundida y piensa que siente cosas que no son.

Lo tomo del cuello y mirándolo a los ojos le digo -Me invitara a pasar, me dirá en donde está t/n y luego se encerrara en su despacho- sin más lo solté y luego de decirme que pasara me indico donde estaba el cuarto de t/n.

Entre despacio y la vi recostada en su cama, me preocupe al ver moretones en su rostro.

Me acerque a ella -cariño por dios ¿que te sucedió?- acerque mi mano con delicadeza a su rostro sin causarle dolor.

one shot tvdu womenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora